Lalín, kilómetro cero de Galicia

Hace ya casi 10 años que, por casualidad, descubrimos Lalín. Un familiar destinado allí por una temporada fue quien, escapada tras escapada, nos fue descubriendo Galicia poco a poco. Lalín, como kilómetro cero de Galicia que es, era el lugar idóneo para iniciar cualquier ruta. Nada estaba excesivamente lejos y era fácil concluir cualquier ruta en el mismo día.

Cualquier excusa era buena para acercarnos a verle y disfrutar no sólo de la gastronomía gallega, sino del placer de descubrir nuevos lugares de Galicia que él se ocupaba de explorar en sus ratos libres.

Fue entonces cuando descubrimos los mejores restaurantes y los rincones más insospechados, incluso visitamos lugares que rozaban el esoterismo. Nos dimos cuenta que Galicia es mucho más que la Costa da Morte, y sus rías. Galicia tiene además un interior escondido que cautiva a quien esté dispuesto a descubrirlo.

Él hace varios años que regresó a Madrid, pero nosotros seguimos utilizando Lalín como campamento base para cualquier escapada que hacemos no sólo por su ubicación, sino porque dispone de una gran variedad de servicios como: restaurantes, zonas de ocio y deporte o parques de los que disfrutar cuando no tienes ninguna visita prevista en la agenda.

Ricón del Paseo do Pontiñas (Lalín)

DIA 1 > 14:30. Salimos de Madrid. Por delante 5 horas de viaje hasta nuestro destino: Hotel & Spa Torre do Deza, en Lalín.

DIA 1 > 20:00. Una vez dejado el equipaje en el Hotel, teníamos un par de horas libres hasta la cena, así que decidimos acercarnos a disfrutar una vez más de la magnífica Fervenza da Toxa.

Cogimos la N-545 dirección A Bandeira. Una vez allí giramos por la PO-204 y a unos 800 metros nos desviamos a la derecha hacia Fervenza da Toxa, a los 500 metros en la bifurcación tomamos la carretera de la izquierda y poco después de pasar las vías del AVE giramos a la derecha y llegamos a nuestro destino. El camino no tiene pérdida. Aparcamos el coche a continuación de otros y seguimos andando los últimos 300 metros hasta el mirador.

Fervenza da Toxa desde el mirador

Fervenza da Toxa desde abajo

Esta catarata del río Toxa, con una caída de cerca de 30 metros, se encuentra en unos de los bosques autóctonos de Galicia más primitivos, salvajes e impresionantes. Por él parece que no ha pasado el tiempo. Todo el entorno está cubierto de verde vegetación y rocas y entre todo ellos se abre paso el agua para conseguir una panorámica de equilibrada belleza.

Paseamos y disfrutamos de las vistas del mirador y del entorno durante casi una hora. Luego decidimos que era el momento de volver.

DIA 1 > 22:30. El momento más esperado. Ya en la puerta del Fogar de Breogan. Creo que es mi restaurante preferido de Galicia. Sin duda auna en él calidad, tradición, encanto, buen precio, emoción…

Puerta de Fogar de Breogan

El Fogar de Breogan es un restaurante que se caracteriza por tener una decoración rural tremendamente cuidada: todo lo que te rodea está hecho de madera o piedra. La comida es espectacular. Recomiendo especialmente las carnes: el rodicio, la churrascada, la croca y los postres… aunque en general, todo lo que he probado me ha parecido exquisito. Su relación calidad-precio es extraordinaria pero… ¿qué más sorpresas nos depara este restaurante para rozar la perfección?

Conxuro de la Queimada

Pues que si tienes la posibilidad de ir en viernes (te recomiendo reservar con antelación), podrás ser partícipe del tradicional y arraigado ritual de la Queimada. Cuando estás terminando de cenar y ves que se acerca la hora bruja, es entonces cuando se te ponen los pelos de punta porque de repente… no, no, no… no voy a contar más porque la primera vez que lo vives es inolvidable y no te quiero quitar ese privilegio de disfrutar de la sorpresa que te deparará el final del día.

La verdad es que vivir tan de cerca este ritual, es una experiencia altamente recomendable. Cuando empiezas a escuchar el Conxuro, comienzas a tener la sensación de que las palabras te invaden y vas sintiendo que poco a poco se crea un ambiente conmovedor e inquietante que te envuelve hasta el punto de hacerte creer que realmente ahí fuera te estaban esperando los espíritus, las meigas y hasta la Santa Compaña.

DIA 2 > 9:30. Después de desayunar en el hotel, arrancamos dirección a la costa. Nuestra planificación; recorrer la ruta sur de la Costa da Morte. Desde Muros hasta Fisterra. Aunque antes, haríamos una parada en el bonito pueblo de Noia declarado Bien de Interés Cultural.

Playa de Noia

Noia, situada en la desembocadura del Tambre, fue durante siglos ocupada por romanos, por suevos, fue objetivo de piratas, en la Edad Media puerto de Santiago de Compostela, pero… ¿Cuál es su origen? Su origen está vinculado a unas leyendas que relatan, o bien que Noé, tras el diluvio universal, se asentó allí o bien que quienes lo hicieron fueron descendientes suyos, más concretamente su nieta Noela. Estas leyendas están tan arraigadas a la zona, que hasta el escudo de la villa tiene representado el arca de Noé.

Si te interesan estas leyendas, te recomiendo el libro de Javier Sierra “El ángel perdido”, inspirado en ellas y que nos invitan a visitar esta interesante villa, principalmente la iglesia Santa María A Nova y una tumba que en ella se encuentra y que podría ser la de Noé.

Una vez aparcado el coche, iniciamos nuestra ruta. Imprescindible además de un paseo para disfrutar de su casco antiguo donde destacan algunas casas señoriales y sus soportales estilo gótico, la visita a sus dos iglesias: San Martiño (siglo XV) y Santa María la Nova (construida en el siglo XIV sobre una iglesia primitiva del siglo XII).

Iglesia de San Martiño

San Martiño, con un imponente aspecto defensivo, preside la plaza de O Tapal. Lo primero que te llama la atención cuando la miras de frente, a parte del aspecto de fortaleza que muestra, es que parece incompleta, la ausencia de la torre derecha produce una extraña asimetría claramente no buscada. Parece ser que esta ausencia es fruto de una maldición que, intentando evitar que esta iglesia rivalice con la Catedral de Santiago, amenaza a cualquiera que ose la construcción de la segunda torre.

Santa María la Nova, actualmente el “Museo das Laudas”, acoge más de 500 lápidas, de entre los siglos XIV y XIX, y representa probablemente la colección más grande de Europa en cuanto a lápidas antiguas se refiere. Dispone de casi cien lápidas gremiales que muestran claramente señales propias de oficios como: carpinteros, tejedores, sastres, herreros… y de otras 400 que aparecen grabadas con escudo nobiliarios, figuras antropométricas…

DIA 2 > 13:00. De vuelta al coche. Próximo destino: Muros.

El casco antiguo de Muros fue declarado en 1970 Conjunto Monumental Histórico-Artístico. Muros tiene esa típica arquitectura pesquera de calles estrechas y sinuosas que les da tanto encanto a los pueblos de costa. En su calle principal, paralela al mar, destacan las casonas construidas a base de grandes sillares de piedras y sus bajos porticados donde en su pasado marinero se arreglaban los aparejos de pesca y se salaba el pescado. Hoy en día han sido sustituidos por locales comerciales, principalmente restaurantes y tabernas, pero desde donde aún se puede disfrutar de ese sutil y agradable olor a mar que sólo se disfruta durante poco tiempo después de llegar a zonas marítimas. El edificio que más destaca de todas estas fachadas situadas en primera línea de mar es el Cine París. Inaugurado en 1944 y utilizado como cine hasta el año 1993 en el que fue definitivamente abandonado.

Praza do Concello

Decidimos que era el momento de elegir un sitio para comer y que después retomaríamos la visita. No teníamos preferencia por el local, así que miramos los restaurantes que había en la calle del paseo. Escogimos la pulpería Pachanga: las raciones muy normalitas y el precio también (la gran decepción, las navajas). Quizá para un pueblo con puerto y gallego, esperaba un poco más de cantidad y calidad.

Después de comer, decidimos callejear un poco por el interior de la villa, ya que el paseo de la marina, ya lo habíamos recorrido mientras elegíamos restaurante.

Colegiata Santa María del Campo

Comenzamos por la Praza do Concello (también denominada Curro da Praza porque a principios del siglo pasado allí se celebraban corridas de toros) y continuamos por la Rúa Real hasta llegar a la Plaza de Santa Rosa presidida por un precioso cruceiro del siglo XVIII. Desde aquí conectamos con la Plaza de la Pescadería Vieja, donde encontramos una peculiar fuente con la silueta de un reptil alado. Subiendo por la Rúa da Perla y volviendo hacía la plaza donde comenzamos nuestra andadura, pasamos por la Plaza del Mercado, donde destaca un monumental edificio con doble escalinata que alberga al Mercado de Abastos Municipal. Callejeando volvimos hasta donde habíamos iniciado la ruta y desde allí subimos por la calle Iglesia hasta la Colegiata Santa María del Campo.

DIA 2 > 15:45. Nuestro siguiente destino estaba a poco más de un cuarto de hora de Muros. Era el Faro del Monte de Louro. Allí disfrutamos un rato de su panorámica antes de retomar de nuevo la ruta.

Panorámica desde Faro del Monte de Louro

Detalle del Horreo de Carnota

DIA 2 > 17:00. Llegamos a Carnota. Parada obligatoria en la ruta de la Costa da Morte. Aquí se encuentra el que dicen que es el hórreo más largo de Galicia, pero no es cierto. Es el tercero más largo con 34.74m, siguiendo al hórreo de Lira con 36.53m y al de Araño con 37m. Lo que sí que es cierto es que es muy reseñable por su simbología, conservación y arquitectura. De hecho, estos fueron los factores que le hicieron ser declarado Monumento Nacional. 

El hórreo de Carnota fue construido en el siglo XVIII y como el resto de hórreos fue utilizado para conservar las cosechas y alimentos gracias a su buena aireación y oscuridad, además de estar a salvo de humedad y roedores, al estar separado del suelo.

DIA 2 > 17:45. Distábamos a poco más de 45 min de nuestro última parada de nuestra ruta de hoy: Finisterre, del latín Finis Terrae (fin de la tierra) y última parada también para algunos peregrinos del Camino de Santiago.

Aunque no he llegado a Finisterre nunca como peregrina y no he podido realizar los tres ritos que corresponden para finalizar la peregrinación: bañarse en la playa Langosteira, quemar la ropa y ver la puesta de sol, Finisterre es un sitio muy especial, con el que conecto fácilmente y me trasmite una paz interior inmensa. Con sólo sentarme en las rocas y observar el mar abierto, mirar el horizonte claramente curvado, dejando evidente la esfericidad de la tierra… no importa el tiempo que permanezcas ahí sentado, siempre te parecerá poco.

Panorámica desde Finisterre

DIA 2 > 20:30. Llegó un momento en el que decidimos que había que emprender el camino de vuelta ya que estábamos agotados de todo el día y teníamos una hora de viaje de vuelta.

Esa noche cenamos en El Marmitajo. Un restaurante tapería muy bien atendido y que está genial para pedir varios platos para picar: chipirones a la plancha, tiras de pollo, ensaladas… Los postres también son estupendos.

DIA 3 > 9:30. Hoy tocaba viaje de vuelta a Madrid, pero no sin antes hacer un par de altos indispensables en el camino.

Arrancamos dirección Ourense y poco antes de llegar nos desviamos hacía Esgos, la puerta de la Ribera Sacra.  



Espadaña de San Pedro de Rocas


Cuatro kilometros después de tomar la OU-0509 llegamos al aparcamiento del Centro de Interpretación de la Ribera Sacra, una construcción del siglo XVII. Si teneis tiempo, merece la pena dedicarle una visita para obtener una visión de todo lo que rodea al cañon del Sil: naturaleza, monasterios, vinos, etc…

Nuestro objetivo de hoy era la iglesia rupestre de San Pedro de Rocas, escavada como era de esperar en la roca y que data del siglo VI. Su campanario, levantado también sobre una enorme roca, es del siglo XV.

El templo consta de tres naves. En uno de los muros hay un fresco del siglo XII que representa un mapamundi y en la bóveda de la nave principal hay una abertura por al que penetra la luz iluminando ligeramente la estancia. También encontraremos varias tumbas altomedievales, curiosamente todas orientadas al oeste, excepto una. Todo el entorno que te rodea está cubierto de vegetación.

Nave principal de San Pedro de Rocas



Es complicado de explicar la sensación que te invade cuando llegas a este lugar. Cada rincón te llama a pasear y meditar en tranquilidad.

Como no podía ser menos, en 1923 este monasterio fue declarado Monumento Histórico-Artístico. Gracias a que es un gran desconocido, se puede disfrutar del entorno y de la visita en un ambiente íntimo y recogido.

Decidimos adentrarnos más en el bosque y la abundante vegetación y nos dirigimos a la Fuente de San Bieito, también escavada en la roca y que se encuentra a varios metros siguiendo un camino que parte del arco que se encuentra bajo la espadaña.

Realmente si no fuera porque hemos dejado el coche en el aparcamiento hace unos minutos, creería que había viajado en el tiempo hasta el año 573, cuando los siete eremitas se retiraron a esta zona. No creo que el entorno haya variado lo más mínimo.

DIA 3 > 12:30. Antes de seguir nuestro camino de regreso a Madrid, nos adentramos un poco más en la Ribera Sacra y nos acercamos a ver el que puede ser el mirador de interior más bonito de Galicia: Balcones de Madrid.



Cañón del Sil

Parece ser que desde este lugar era donde las mujeres despedían a sus maridos emigrantes. Muchos de ellos eran barquilleros que marchaban a las verbenas de Madrid, y por ello su nombre. De hecho en el pueblo hay un monumento al Barquillero.

Aparcamos el coche en un área recreativa cerca del pueblo de Parada del Sil y desde allí fuimos andando.

Después de unos 300 metros, llegamos a una zona con varias terrazas a distintas alturas construidas con madera desde donde la panorámica es sobrecogedora. Ante nosotros, un cañon de casi 500 metros de profundidad, unas paredes rocosas casi verticales y un río Sil, tan tranquilo, que parece haberse congelado.



Balcones de Madrid



Este es el mejor lugar de la Ribera Sacra para apreciar la belleza de la garganta del Sil, siempre que no puedas hacer una ruta fluvial (y nosotros lamentablemente no teníamos tiempo para ello).

DIA 3 > 14:15. Decidimos acercarnos de nuevo al pueblo de Parada de Sil y quedarnos a comer allí antes de retomar nuestro camino de regreso. Elegimos el restaurante O Curtiñeiro, una casona de piedra situada en la misma plaza del pueblo. Los platos están bien elaborados, las raciones son generosas, el precio muy ajustado y muy bien atendido. Realmente muy recomendable.

DIA 3 > 16:00. Retomamos nuestra vuelta a Madrid muy satisfechos con lo descubierto en estos días y esperando volver muy pronto a Galicia que nunca decepciona y siempre sorprende.