sábado, 20 de agosto de 2016

Los Cahorros bajos del río Monachil

Porque a todos los que nos gusta el senderismo sabemos lo difícil que es practicarlo en algunas provincias durante el periodo estival, hoy quiero compartir con vosotros una ruta que realizamos el pasado 12 de agosto en la provincia de Granada: la ruta de Los Cahorros bajos (la de los altos si que es mejor dejarla para cuando el sol sea menos incisivo y cruel con nosotros). 


Y ¿por qué pudimos hacerla? Pues, porque transcurre por una zona de umbría, tan cerca del río y en una garganta tan cerrada y con tanto follaje que es difícil que el sol te encuentre. De hecho había varias partes del sendero que estaban embarradas y había que andar con mucho cuidado de no escurrirse. No se como será en los meses más fríos, pero esas zonas congeladas tienen que ser un peligro.


Bueno, empecemos por el principio. 

La ruta comienza en el mismo pueblo de Monachil, a 8 kilómetros de Granada dirección Sierra Nevada.

Monachil
Panorámica de Monachil
Monachil es un pueblo pequeño con mucha afluencia de gente cuando los remontes y las pistas de esquí de Sierra Nevada están abiertos, pero que no queda desierto cuando la nieve desaparece. Es el momento en que senderistas y escaladores hacen su aparición mantienen viva la zona el resto del año. Su oferta en alojamientos y restaurantes es bastante amplia y los precios son muy asequibles fuera de temporada. 

Los Cahorros de Monachil
Cartel y escaleras de inicio de la ruta
Una vez que dejemos el coche, debemos de buscar un puente situado casi a la altura de la Hospedería Los Cahorros. Si lo cruzamos y giramos a la izquierda, al poco tiempo encontraremos una señal que indica el inicio de la ruta.

Deberemos de bajar unos escalones hasta llegar a la altura del curso del río. Desde allí solo tenemos que seguir el sendero claramente diferenciado. 

Esta primera parte, unos 5 kilómetros aun fuera de la garganta en si, es un regalo a los sentidos. El sonido del fluir del río, el olor a follaje húmedo, el crujir de las ramas según avanzas por el camino...todo ello complementa a la perfección el salvaje e impenetrable paisaje que vas descubriendo. Si tienes suerte, incluso podrás saborear alguna que otra mora silvestre. Cuando estuvimos nosotros aun estaban demasiado ácidas. 

El sendero en general es sencillo y fácil de recorrer. 

Los Cahorros de Monachil
Sendero hacía Los Cahorros
Al poco rato llegarás a un edificio abandonado e invadido por la yedra. Es la antigua estación eléctrica de La Trola. Pero esta no es la que indica el mapa, sigue un poquito más adelante y te encontrarás la buena, aun en funcionamiento. 

Los Cahorros de Monachil
Central eléctrica La Trola
A partir de aquí la cosa se complica, sobre todo si vas con una mochila porta-bebes (como nosotros). Si es así, cuenta con que en varias ocasiones tendrás que agacharte para pasar, casi a gatas, por debajo de troncos y ramas que invaden y atraviesan el camino.

Los Cahorros de Monachil
Empinada escalinata hacia Los Cahorros

Los Cahorros de Monachil
Escalones erosionados por la bajada del agua
A partir de aquí ya no queda nada para toparnos con el primer puente colgante. Será en momento en el que oficialmente nos adentremos en Los Cahorros. 

Pasado el primer puente, el sendero cambia completamente. Pasamos por primera vez a la orilla contraria del río y la sombra que veníamos disfrutando desaparece. Durante este corto tramo llano y agradable nos acompañará una pequeña acequia a nuestra izquierda hasta que lleguemos al segundo puente colgante un poco mas pequeño. 

Los Cahorros de Monachil
Sendero tras cruzar el primer puente colgante
Volvemos a la zona tupida del sendero. 

Los Cahorros de Monachil
Segundo puente colgante
De aquí salen dos senderos y hay que tomar el de la izquierda para llegar al tercer puente, al final del cual, encontraremos una señal. Cahorros derecha y Monachil por Las Pedroñeras a la izquierda.

Los Cahorros de Monachil
Sendero hacia el tercer puente colgante
Seguimos por la derecha y nos encontramos con el verdadero puente colgante de 62 metros de longitud. 

Los Cahorros de Monachil
Puente colgante de 62 metros

Los Cahorros de Monachil
Puente colgante de 62 metros
Lo atravesamos y una vez más, el paisaje cambia drásticamente. A partir de aquí la garganta se estrecha considerablemente y toda la vegetación que nos venía acompañando hasta ahora empieza a desaparecer. 

Los Cahorros de Monachil
Camino después de pasar el último puente colgante
Nosotros seguimos muy poco más. A partir de aquí el camino se estrecha y se ve invadido por la roca hasta el punto en que agacharte no es la solución para saltear el obstáculo. O decides bajar y seguir por el agua o tendrás que agacharte, sentarte, agarrarte a la roca para no perder el equilibrio, quitarte y ponerte la mochila... hasta llegar a la Cueva de las Palomas, donde oficialmente terminan Los Cahorros (aunque el camino sigue adelante si aun te sientes con ganas). 

Aceptando que tendríamos que repetir dentro de unos años la experiencia hasta el final, decidimos emprender la ruta de regreso. Hasta este punto nos había llevado la ruta aproximadamente 1 hora.

El mayor empezaba a estar cansado, así que preguntamos a unos escaladores que estaban cerca del último puente si era buena opción volver por la ruta de Los Cahorros altos. Nos lo desaconsejaron. Así que decidimos hacer un parón en un remanso del río de una cuarta de profundidad bajo el segundo puente según volvíamos. 

Los Cahorros de Monachil
Receso del río estupendo para descansar un poco
Seguimos adelante y poco mas tarde, nos encontramos la señal en que indicaba el camino a Monachil por Las Pedroñeras. Preguntamos a otros escaladores que andaban por allí y nos indicaron que a unos 200m había un merendero "San Garrito", donde ellos habían dejado el coche. Decidimos ir hasta allí y uno se quedaría con los niños y otro haría la vuelta solo (no lleva más de 20-25 minutos), cogía el coche y venia a recogernos mientras tomabamos algo.

La espera en el merendero fue muy agradable. Era un sitio tranquilo con una amplia terraza frecuentado por escaladores que antes o después se toman allí algún tentempié y disfrutan de las estupendas vistas mientras dejan aparcado su coche entre olivos. Nos tomamos unos refrescos y nos pusieron unas buenas tapas a un precio buenísimo. 

Los Cahorros de Monachil
Aparcamiento del merendero "El Garrito"
El sitio está realmente bien y si vais con niños pequeños, planear el paseo sólo como ida y luego aprovechar este merendero como zona de recogida/comida es una opción realmente buena.

Ya retomando el camino de regreso, vimos que justo en la desviación de la carretera hacia el merendero hay un pequeño aparcamiento donde algunos visitantes aparcan y sin hacer ruta que os he contado se dirigen directamente al "gran puente colgante" (lástima la experiencia y belleza que se pierden).

Bueno, esto fue todo. Espero que las indicaciones y las fotos sean suficientes para animaros a hacer esta estupenda excursión. De todas formas, aquí os dejo un mapa de la ruta por si fuera de interés. Y si teneis alguna duda o pregunta, dejadme un comentario que intentaré resolver lo antes posible.


viernes, 5 de agosto de 2016

PEÑAFIEL

Permitidme que inicie esta entrada con un trocito del poema de Gregorio Cantalapiedra sobre esta bella localidad que os dará una idea de la majestuosidad de lo que vamos a presenciar:


Peñafiel llena de historia
que nunca debe borrarla,
su castillo es esa gloria
que siempre sabrá cuidarla.

Conduciendo por carreteras castellanas, entre viñas y bodegas al fin aparecíó al fondo el majestuoso Castillo de Peñafiel desafiando al tiempo. Por muchas fotos que hayas visto, la realidad es que es una imagen imponente.

Situarse en el centro de la Plaza del Coso y verle allí arriba, coronando esa colina, divisando sus alrededores y protegiendo sus tierras desde la altura es retroceder siglos atrás.

En esa famosa Plaza del Coso es donde comenzaremos nuestro paseo por Peñafiel. En ella se encuentra la Oficina de Turismo, lo que aprovechamos para entrar a pedir un plano de la zona, que siempre es de ayuda a la hora de callejear en busca de monumentos. La plaza requiere un estudio detallado y sin prisa. Es una plaza muy pintoresca delimitada por edificios bien conservados que datan del s. XVII-XVII, que fueron creados especialmente para festejos taurinos. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1999 y es la Plaza de Toros más antigua de España.

Plaza del Coso de Peñafiel
Plaza del Coso de Peñafiel
Curioseando y mirando en detalle los edificios, llama la atención lo estrechos que son y que las balconadas ocupan casi toda la fachada de los mismos y sin embargo las puertas en general son anormalmente estrechas. Esto tiene su sentido y explicación, y es que, en principio no fueron hechos como viviendas, sino únicamente para uso y disfrute de los festejos taurinos que allí tenían lugar. 

Una curiosidad que nos contaron sobre estos edificios, es el concepto de "derecho de vistas" o "servidumbre de balcones", esto es que, los balcones no son únicamente propiedad del propietario de la vivienda. Según aparece, indicado en las escrituras de las viviendas, una persona es propietaria de la vivienda, pero durante unos días al año, la servidumbre de los balcones pertenece a otras personas.


Convento de San Pablo
Convento de San Pablo
Atravesamos la plaza y nos dirigimos hacia el río, pasaremos por el Convento de San Pablo, la Iglesia de San Miguel y un molino de agua. El convento de San Pablo, gótico-mudéjar del siglo XIV, merece un momento de contemplación ya que tiene un exterior muy peculiar con multitud de pequeños arcos. Parece que fuera hecho a trozos con piezas prefabricadas. También fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. 


Casa sobre el río en Peñafiel
Casa-molino sobre el río Duratón
Después seguimos por el parque que hay junto al río nos dirigiremos hacia la Torre del Reloj, llamada así "recientemente", ya que no tuvo reloj hasta el siglo XIX.


Respiraderos de las bodegas y torre de la Iglesia de
Santa María al fondo
Se trata del legado más antiguo de Peñafiel y fue declarada Bien de Interés Cultural desde 1981. La torre es gótica, del siglo XIII y pertenece a la antigua iglesia románica de San Esteban, fundada en el año 1086.

Terminado este corto paseo y antes de subir al castillo, te animo a que subas hacia la calle del Corralillo. Desde allí, cerca del Restaurante El Lagar de San Vicente podrás ver una zona infantil con columpios y toboganes bastante amplia (un desahogo si vas con niños), pero también unas extrañas chimeneas de piedra muy fotográficas que no son chimeneas, realmente son los respiraderos de las bodegas subterráneas que hay en la zona.

Ahora sí que subimos hasta el Castillo. En coche. El museo que alberga en su anterior estaba temporalmente cerrado, así que no pudimos entrar. La verdad es que desde arriba aparte de una gran panorámica de campos castellanos, no hay mucho que ver. Si no vas a entrar al castillo, la subida no merece la pena: apenas hay espacio para pasear y las vistas son muy reducidas.

Castillo de Peñafiel
Panorámica del Castillo de Peñafiel
Aunque el patrimonio cultural de Peñafiel no sea abundante, la simple visita a la Plaza del Coso y el Castillo son razones más que suficientes para hacerle un hueco en tu itinerario. De verdad que merece la pena.

Pero ¿qué es una visita a Peñafiel sin visitar una bodega?. En la pagina de turismo de Peñafiel podrás encontrar las bodegas visitables de la zona.  Personalmente y aunque arquitectónicamente hablando merece la pena, descartaría la de Protos, me parecieron muy masificadas y la cata final no es ni por asomo una degustación como cabría esperar de un vino de esa clase.

Te dejo a continuación la página web de turismo de Peñafiel. En ella podrás encontrar información más detallada sobre los monumentos, su ubicación y sus horarios. Lo que no vas a encontrar, al menos yo no he sido capaz y valoro mucho, es el mapa turístico. Tienes un apartado que indica mapa, pero te direcciona al Google Maps. También tenéis una propuesta de Peñafiel en 48h para hacer una visita más a fondo que la que yo os propongo.

www.turismopenafiel.com

Y por último y muy importante para terminar la visita con un buen sabor de boca. ¿Dónde comemos?. Como en casi cualquier lugar de España, en Peñafiel se come de fábula. Aunque TripAdvisor es una buena guía para seleccionar restaurante entre la amplia oferta que tiene Peñafiel, por si no tienes tiempo par andar comparando, aquí te dejo un par de sugerencias que seguro que te gustarán:

Asados Don José. Calle Atarazanas, 5
El Lagar de San Vicente. Calle Varguilla 36 (ojo, los precios de la carta son sin IVA)


En cualquier caso, ya os digo que entréis donde entréis, unas buenas raciones encontrareis en casi todos los locales.

Que disfrutéis de la experiencia y Peñafiel os cautive como me cautivó a mi. 


Vistas del Castillo desde la carretera que va a Mélida