viernes, 5 de agosto de 2016

PEÑAFIEL

Permitidme que inicie esta entrada con un trocito del poema de Gregorio Cantalapiedra sobre esta bella localidad que os dará una idea de la majestuosidad de lo que vamos a presenciar:


Peñafiel llena de historia
que nunca debe borrarla,
su castillo es esa gloria
que siempre sabrá cuidarla.

Conduciendo por carreteras castellanas, entre viñas y bodegas al fin aparecíó al fondo el majestuoso Castillo de Peñafiel desafiando al tiempo. Por muchas fotos que hayas visto, la realidad es que es una imagen imponente.

Situarse en el centro de la Plaza del Coso y verle allí arriba, coronando esa colina, divisando sus alrededores y protegiendo sus tierras desde la altura es retroceder siglos atrás.

En esa famosa Plaza del Coso es donde comenzaremos nuestro paseo por Peñafiel. En ella se encuentra la Oficina de Turismo, lo que aprovechamos para entrar a pedir un plano de la zona, que siempre es de ayuda a la hora de callejear en busca de monumentos. La plaza requiere un estudio detallado y sin prisa. Es una plaza muy pintoresca delimitada por edificios bien conservados que datan del s. XVII-XVII, que fueron creados especialmente para festejos taurinos. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1999 y es la Plaza de Toros más antigua de España.

Plaza del Coso de Peñafiel
Plaza del Coso de Peñafiel
Curioseando y mirando en detalle los edificios, llama la atención lo estrechos que son y que las balconadas ocupan casi toda la fachada de los mismos y sin embargo las puertas en general son anormalmente estrechas. Esto tiene su sentido y explicación, y es que, en principio no fueron hechos como viviendas, sino únicamente para uso y disfrute de los festejos taurinos que allí tenían lugar. 

Una curiosidad que nos contaron sobre estos edificios, es el concepto de "derecho de vistas" o "servidumbre de balcones", esto es que, los balcones no son únicamente propiedad del propietario de la vivienda. Según aparece, indicado en las escrituras de las viviendas, una persona es propietaria de la vivienda, pero durante unos días al año, la servidumbre de los balcones pertenece a otras personas.


Convento de San Pablo
Convento de San Pablo
Atravesamos la plaza y nos dirigimos hacia el río, pasaremos por el Convento de San Pablo, la Iglesia de San Miguel y un molino de agua. El convento de San Pablo, gótico-mudéjar del siglo XIV, merece un momento de contemplación ya que tiene un exterior muy peculiar con multitud de pequeños arcos. Parece que fuera hecho a trozos con piezas prefabricadas. También fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. 


Casa sobre el río en Peñafiel
Casa-molino sobre el río Duratón
Después seguimos por el parque que hay junto al río nos dirigiremos hacia la Torre del Reloj, llamada así "recientemente", ya que no tuvo reloj hasta el siglo XIX.


Respiraderos de las bodegas y torre de la Iglesia de
Santa María al fondo
Se trata del legado más antiguo de Peñafiel y fue declarada Bien de Interés Cultural desde 1981. La torre es gótica, del siglo XIII y pertenece a la antigua iglesia románica de San Esteban, fundada en el año 1086.

Terminado este corto paseo y antes de subir al castillo, te animo a que subas hacia la calle del Corralillo. Desde allí, cerca del Restaurante El Lagar de San Vicente podrás ver una zona infantil con columpios y toboganes bastante amplia (un desahogo si vas con niños), pero también unas extrañas chimeneas de piedra muy fotográficas que no son chimeneas, realmente son los respiraderos de las bodegas subterráneas que hay en la zona.

Ahora sí que subimos hasta el Castillo. En coche. El museo que alberga en su anterior estaba temporalmente cerrado, así que no pudimos entrar. La verdad es que desde arriba aparte de una gran panorámica de campos castellanos, no hay mucho que ver. Si no vas a entrar al castillo, la subida no merece la pena: apenas hay espacio para pasear y las vistas son muy reducidas.

Castillo de Peñafiel
Panorámica del Castillo de Peñafiel
Aunque el patrimonio cultural de Peñafiel no sea abundante, la simple visita a la Plaza del Coso y el Castillo son razones más que suficientes para hacerle un hueco en tu itinerario. De verdad que merece la pena.

Pero ¿qué es una visita a Peñafiel sin visitar una bodega?. En la pagina de turismo de Peñafiel podrás encontrar las bodegas visitables de la zona.  Personalmente y aunque arquitectónicamente hablando merece la pena, descartaría la de Protos, me parecieron muy masificadas y la cata final no es ni por asomo una degustación como cabría esperar de un vino de esa clase.

Te dejo a continuación la página web de turismo de Peñafiel. En ella podrás encontrar información más detallada sobre los monumentos, su ubicación y sus horarios. Lo que no vas a encontrar, al menos yo no he sido capaz y valoro mucho, es el mapa turístico. Tienes un apartado que indica mapa, pero te direcciona al Google Maps. También tenéis una propuesta de Peñafiel en 48h para hacer una visita más a fondo que la que yo os propongo.

www.turismopenafiel.com

Y por último y muy importante para terminar la visita con un buen sabor de boca. ¿Dónde comemos?. Como en casi cualquier lugar de España, en Peñafiel se come de fábula. Aunque TripAdvisor es una buena guía para seleccionar restaurante entre la amplia oferta que tiene Peñafiel, por si no tienes tiempo par andar comparando, aquí te dejo un par de sugerencias que seguro que te gustarán:

Asados Don José. Calle Atarazanas, 5
El Lagar de San Vicente. Calle Varguilla 36 (ojo, los precios de la carta son sin IVA)


En cualquier caso, ya os digo que entréis donde entréis, unas buenas raciones encontrareis en casi todos los locales.

Que disfrutéis de la experiencia y Peñafiel os cautive como me cautivó a mi. 


Vistas del Castillo desde la carretera que va a Mélida

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