Porque en general es mejor visitar una ciudad o
un pueblo cuando no está en fiestas. Aunque sea por sus fiestas por lo que es
conocido en el mundo entero, hoy comparto con vosotros una ruta para conocer una Pamplona monumental, acogedora y tranquila, lejos de los encierros que dan la vuelta al mundo y que, cada año, atrae a más turismo.
Cierto que es una fiesta que llama la atención y cierto que lo puedes pasar estupendamente y es
una experiencia que no podrás repetir en otro lugar del globo terrestre, pero
he de confesar que nunca disfrute tanto de esta ciudad como la última vez que
estuve. No estaban en fiestas, era un día normal de un mes normal. Y eso fue lo
que me gustó. Pude ver el día a día de sus habitantes, sus costumbres y
todo con la tranquilidad de un turista que visita en temporada baja.
Si algún día tienes un hueco, aunque sea medio día,
dale una oportunidad. Te propongo una visita relampago de medio día, que puedes extender a un día visitando uno de sus parques por la tarde y al día siguiente si quieres visitar alguno de sus monumentos o hacer una visita guiada.
Lo primero de todo, especialmente si vas en coche es
¿donde lo dejo? Yo te recomendaría en el parking Baluarte (42.813291, -1.645867). En Pamplona no es fácil aparcar
y seguro pierdes un montón de tiempo dando vueltas cuando podrías estar ya
paseando por sus calles. Este parking está muy bien situado, muy cerca del
centro y es bastante grande y amplio.
Si solo dispones de una mañana, el recorrido comenzaría aqui:
PASEO DE PABLO SARASATE
Este paseo del famoso violinista comienza junto al
edificio del Parlamento de Navarra y termina en el Monumento
a los Fueros Navarros.
A mitad del paseo, debemos prestar especial atención
a nuestra izquierda, donde está la Iglesia de San Nicolas, una
construcción del siglo XII que formaba parte de las murallas originales de la
ciudad y que fueron sustituidas en el siglo XVI por las que ves actualmente.
A lo largo de sus aproximadamente 300 metros,
veremos 6 estatuas de piedra blanca cuya identidad solo se conoce para dos de
ellas y se corresponden con 2 reyes de Navarra.
El paseo termina en el Monumento a los fueros de
Navarra y junto a ella el edificio del Banco de España y el
del Palacio de Navarra.
PLAZA DEL CASTILLO
Es una plaza peatonal de impresionante amplitud y
belleza. Porticada y con un quiosco de música en el centro. Aunque es
relativamente reciente (principios del siglo XX) tiene algunos edificios que
nos harán detenernos un momento.
En su parte sur, por donde hemos accedido a la
misma, el Palacio de Navarra que ya comentamos líneas arriba. En su lado norte,
justo de frente, el edificio de antiguo Casino, justo encima del famoso
Café Iruña del que luego hablaremos. Y por último, en su lado este, a nuestra
derecha, el Palacio Goyeneche una casona palaciega barroca.
Aunque no es un monumento en sí, os llamo la
atención sobre el Café Iruña. Fue fundado en 1.888 y cuyo estilo
modernista ha seguido encandilando generación tras generación, siendo todavía
hoy un lugar de referencia de locales y turistas que se acercan allí a
cualquier hora para pasar un rato agradable y transportarse siglos atrás.
CALLE ESTAFETA
Justo al lado del Palacio Goyeneche, sale una calle
que nos deja en la famosa calle Estafeta. Que no estén en fiestas no significa que
no nos vayamos a dar una vuelta por esta famosa calle.
No se si vosotros tendréis la misma sensación, pero
mi impresión cuando la vi por primera vez fue: pero ¿en serio? ¿esta es la
calle por donde corren los encierros? ¿pero como pueden caber tanta gente y
toros aquí? Desde luego si desde la tele ya impresiona, cuando ves el espacio
disponible y la poca escapatoria, te das cuenta de que todavía tiene más mérito
lo que hacen.
Si quieres puedes recorrer la calle entera o si
quieres solo la mitad de la izquierda, ya que a la vuelta pasaremos de nuevo
por aquí y la recorreremos hasta el final.
Pero en el trecho que vamos a recorrer, tengo que
descubrirte un secreto que no puedes perderte. No puedes irte de Pamplona probar
los Garroticos de Pastas Beatriz. No saborearás Pamplona al completo si
no haces cola en el número 22 de esta calle para comprar estos maravillosos hojaldres
de chocolate.
Con buen sabor de boca llegamos al final de la calle
y empezaremos a subir por la calle Curia.
CATEDRAL SANTA MARIA LA REAL
Aunque externamente no es demasiado llamativa
comparada con otras catedrales españolas, la catedral de Santa María la Real,
es el complejo catedralicio más completo que se conserva en España.
Sus distintas edificaciones y estancias fueron
construidas en diferentes momentos desde el siglo XIV al XVIII.
Su visita es interesante, pero si solo dispones de
un día, tendrás que decidir tu preferencia ya que la visita lleva un par de
horas. Eso sí, podrás ver uno de los claustros más impresionante del gótico a nivel mundial y, como hemos dicho antes, una serie de estancias que no encontrarás
más que aquí: la cillería, la casa del campanero, la cocina…
Dejando a tu elección está opción, nosotros seguimos
hacia la plazuela de San José para llegar al rincón con más encanto de
Pamplona.
MIRADOR DEL CABALLO BLANCO
Hay varios motivos que hacen de este lugar, un lugar
encantador:
El mesón del mismo nombre que el mirador, un
edificio de aspecto medieval, construido en los años 60 sobre los restos de un
palacio medieval.
Este mirador nos ofrece una panorámica impresionante
sobre algunos de los barrios de Pamplona, así como de parte de sus murallas u
otros baluartes construidos para reforzar el Baluarte del Redín, donde nos
encontramos.
Nos queda otros de los símbolos de los San Fermines que aun no hemos visto, pero para ir hacia allí, en vez de desandar lo
andado, volveremos siguiendo por el Paseo del Redín y pasaremos por el Zentral Cafe-Teatro, un antiguo mercado reutilizado como sala de conciertos, restaurante, mercadillo de artistas y artesanos... hasta llegar a la plaza Cosistorial.
AYUNTAMIENTO
Presidiendo la plaza Consistorial, el Ayuntamiento.
Es un llamativo edificio de claro estilo barroco y que fue reconstruido en 1951
después de haber sufrido varias demoliciones y recuperaciones.
El balcón del primer piso es el lugar desde donde,
cada 6 de julio, se lanza el chupinazo
que da comienzo a las Fiestas de San Fermín.
Aquí concluiría la visita express de una mañana en
Pamplona, pero si te has quedado a comer y tienes también la tarde, volvemos a
la calle Estafeta y esta vez si que la recorremos hasta el final.
PLAZA DE TOROS y MONUMENTO AL ENCIERRO
Como era de esperar, ¿Dónde desemboca la calle
Estafeta? Pues en la plaza de toros. Se inauguró en 1922 y es el cuarto coso
más grande del mundo en cuanto a aforo se refiere.
Si subimos por el bulevar que se encuentra frente a
la entrada de la plaza de toros nos encontraremos con el Monumento al Encierro.
Llegados a este punto, hemos recorrido lo más
importante de Pamplona a excepción de sus preciosos parques. Si
hay tiempo y ganas, yo concluiría el día en alguno de sus parques. Como están muy
cerca uno de otro, podemos ir hacía allí y decidirlo por el camino, que tenemos por delante aproximadamente un kilómetro.
PARQUES DE PAMPLONA
Llegados a la plaza de la paz, hemos de decidir qué parque queremos visitar.
El primero que nos encontramos a lo largo de la Avenida del ejercito es La Ciudadela. Una fortificación del siglo XVI convertida en un parque que puedes visitar libre y gratuitamente. Algunos de los edificios militares pertenecientes a este conjunto se utilizan actualmente para diversos eventos culturales.
Si por el contrario has decidido ver La Taconera, tendrás que contar con andar unos 700 metros más, ya que este parque se encuentra a continuación de La Ciudadela. En este caso, valora la posibilidad de acercar el coche, porque todo lo que andemos lo tendremos que desandar para llegar al parking.
Pero, si vas con niños, te recomiendo que optes por visitar La Taconera. Es un precioso parque construido utilizando parte de la muralla y que, además de varias esculturas dedicadas a personajes navarros, también alberga un pequeño zoo utilizando el hueco originario de los fosos. Allí podrás observar pavos reales, ciervos, patos...
Aquí damos por finalizada la visita relámpago a Pamplona. Nos hemos dado una buena caminata, pero lo que sí es seguro es que nos vamos con la sensación de haber descubierto casi todos los rincones interesantes de esta bonita ciudad.
Llegados a la plaza de la paz, hemos de decidir qué parque queremos visitar.
El primero que nos encontramos a lo largo de la Avenida del ejercito es La Ciudadela. Una fortificación del siglo XVI convertida en un parque que puedes visitar libre y gratuitamente. Algunos de los edificios militares pertenecientes a este conjunto se utilizan actualmente para diversos eventos culturales.
Si por el contrario has decidido ver La Taconera, tendrás que contar con andar unos 700 metros más, ya que este parque se encuentra a continuación de La Ciudadela. En este caso, valora la posibilidad de acercar el coche, porque todo lo que andemos lo tendremos que desandar para llegar al parking.
Pero, si vas con niños, te recomiendo que optes por visitar La Taconera. Es un precioso parque construido utilizando parte de la muralla y que, además de varias esculturas dedicadas a personajes navarros, también alberga un pequeño zoo utilizando el hueco originario de los fosos. Allí podrás observar pavos reales, ciervos, patos...
Aquí damos por finalizada la visita relámpago a Pamplona. Nos hemos dado una buena caminata, pero lo que sí es seguro es que nos vamos con la sensación de haber descubierto casi todos los rincones interesantes de esta bonita ciudad.
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