El Valle del Ambroz

Al norte de Extremadura, entre el Valle del Jerte y las Hurdes se encuentra nuestro objetivo para la excursión de este mes: el Valle del Ambroz.

DIA 1 > 7:30. Salimos de Madrid después de un buen madrugón, pero la agenda era ajustada y teníamos mucho por delante que recorrer. Nuestra primera parada, el pueblo más antiguo de todo el Valle del Ambroz, Segura de Toro. Pese a ser un pueblo pequeño conserva gran cantidad de vestigios como: su toro celta de piedra del s.V, el castillo templario o su muralla recientemente rehabilitada.

Segura de Toro

El toro celta es la reliquia más importante y constituye un símbolo para el pueblo. Según cuentan en la época celta (s. VI a.C.) se tallaron varios toros como este. En una época posterior los consideraron como símbolos de malos augurios y fueron arrojados a la garganta, lo que provocó que años después sólo se consiguiera rescatar éste.

Segura de Toro tiene además un patrimonio natural impresionante, pero lo más destacado son los Castaños del Temblar, cinco maravillosos castaños catalogados como árboles singulares y protegidos por la normativa sobre espacios naturales de la Junta de Extremadura.

DIA 1 > 10:30. Como teníamos previsto, llegamos con tiempo suficiente para iniciar la ruta y conocer estos centenarios árboles. El camino SL-CC 93 hasta los mismos, no lleva más de 30 minutos y está señalizado con marcas blanca y verde. Partiendo de la plaza del Verraco Vetón salimos del pueblo y ascendimos por una pista hormigonada que nos acompañó hasta que llegamos a un corral de cabreros, donde tuvimos que tomar un sendero que en pocos minutos nos dejó ante una valla que nos separaba de los 5 castaños que buscábamos: Hondonero, Castaño del Arroyo, El Bronco, El Retorcío y El Menuero sitos en terrazas a diferentes alturas cerca del arroyo que les da nombre.

Castaños del Temblar

Ciertamente no es necesario ser un apasionado de estos monumentos naturales para que esta vista y este entorno te cautive, ya que la singularidad de estos castaños es capaz de dejar impresionado a cualquiera que se acerque a conocerlos. Quizá la mejor época del año para visitarlos, debido al entorno en el que se encuentran sea en otoño, pero en Mayo tambien merece la pena acercarse a contemplarlos.

Una vez saciada nuestra curiosidad por estos peculiares Castaños del Temblar que rondan los 800 años, seguimos nuestra ruta. 

DIA 1 > 13:00. Nuestra siguiente parada sería Granadilla, una villa situada en una península del Embalse de Gabriel y Galan, a unos 25 km de Segura de Toro. Como hacía muy buen día y llevábamos provisiones, decidimos parar a comer en la “Playa de los Membrillares” a unos 15 km de Segura de Toro.

Esta zona, utilizada para baño y recreo en la época estival, se ha convertido también en un enclave importante para la observación de aves (birding).

Vistas sobre el embalse de Gabriel y Galán

DIA 1 > 15:30. Después de descansar y deleitarnos con las vistas volvimos al coche y después de 15 km llegamos a Granadilla, una aldea amurallada de origen musulmán que fue fundada en el s. IX y era villa de paso para todo aquel que hacía la Vía de la Plata. Sus terrenos fueron expropiados   en 1955 con la construcción del embalse porque eran susceptibles de inundación y aunque el pueblo no llegó a inundarse, sí lo hicieron las tierras colindantes que cultivaban sus habitantes y que suponía su medio de vida. Debido a esto y al complicado acceso en el que quedo el pueblo, los vecinos fueron abandonándolo.

Vista de Granadilla desde la torre del castillo

Plaza Mayor de Granadilla

Rinconcito a la sombra en Granadilla

En 1980 Granadilla fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por su muralla árabe, su castillo e iglesia medievales y en 1984 entra en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados y a partir de entonces comenzó la rehabilitación del pueblo.

Actualmente están rehabilitadas un par de calles y lo que era la plaza del pueblo. Son destacables varias casas señoriales, la casa cuartel de la Guardia Civil, la casas consistorial o la del juzgado de paz, todas del s. XVI.

Allí pasamos el resto de la tarde, vagando por sus calles y disfrutando de sus vistas sobre el embalse. 


DIA 1 > 18:30. Tomamos la carretera de nuevo hasta llegar a Hervás 30 minutos después, el corazón del Valle del Ambroz. Allí pasaríamos la noche en El Chanchal de la Gallina, un complejo turístico a 1 km del centro de Hervás, con pequeños apartamentos de 1 dormitorio que cuenta con una piscina climatizada que hace las delicias del caminante al acabar el día y de la que pudimos disfrutar casi en exclusiva.


Barrio Judío de Hervás



DIA 2 > 10:00. La mañana siguiente, la dedicamos a  Hervás y a su barrio Judío, declarado Centro Histórico en 1969. Está muy bien cuidado y es una de las Juderías más importantes de España. En 2013, quedó clasificado en segundo lugar en el concurso de la Guía Repsol de: "El mejor rincón de España".


Recomiendo  aparcar el coche en la "Plaza del Convento" y comenzar a descender desde allí, todo cuesta abajo por la calle Cuestecilla hasta llegar al río Ambroz. Según vas descendiendo hasta el río, no olvides girarte de vez en cuando para ver lo que vas dejando atrás, son unas vistas impresionantes. Una vez abajo, si cruzas el puente romano verás una fabulosa vista de todo el barrio, quizá la zona más fotografiada de Hervás.




Barrio Judío de Hervás

Barrio Judío de Hervás

Llegados a este punto, te recomiendo callejear sin destino. Dejate llevar. Dejate transportar a otra epoca. Disfruta de las vistas, del olor a madera quemandose lentamente en las chimeneas, del silencio…  

Seguro que en tu andar errante descubrirás preciosas calles como "Amistad Judeo Cristiano", "Vado" o "Rabilero". Para mi las más bonitas del barrio.

Si te sientes con fuerza, te recomiendo ascender y visitar la iglesia de Santa María. Desde la misma puedes disfrutar también de una bonita panorámica. 

Desde la iglesia ve dirección a "La Plaza" y desde allí siguiendo la calle Convento, en poco tiempo llegarás de nuevo al punto donde comenzamos nuestro paseo. La "Plaza del Convento". 



Barrio Judío de Hervás

Al igual que Segura de Toro, Hervás también tiene un impresionante patrimonio natural. Rodeada de montañas y castaños es una tentación para los amantes del senderismo. El castañar de la montaña Gallego es uno de los más importantes de Europa. Desde Hervás puedes iniciar varias excursiones como La Chorrera, el Pinajarro, los Bosques del Ambroz y la senda Heidi, muy interesantes no solo para caminantes sino para amantes de la bicicleta. 

Gazpacho de cereza en La Parrilla

DIA 2 > 14:30. Cuando decidimos que había llegado el momento de dejar de hacer fotos al Barrio Judío de Hervás, era la hora de comer, así que fuimos a ver si teníamos suerte y había mesa libre en nuestro restaurante preferido: La Parrilla. En cualquier sitio que escojas en Hervás, ten por seguro que encontrarás buena carne y buenos productos ibéricos durante todo el año, pero tengo que reconocer que siento cierta debilidad por el restaurante La  Parrilla, donde desde mediados de Mayo puedes degustar un gazpacho de cereza con sorbete de pepino que no olvidarás y un menú especial de cereza realmente exquisito. 

DIA 2 > 16:00. Después de comer tocaba viaje de vuelta a casa. Decidimos volver a Madrid por Salamanca en vez de tomar la carretera de Extremadura como hicimos a la ida. La razón, a poco más de 30 km de Hervás se encuentra Candelario, un  cuidado y precioso pueblo perteneciente a  Salamanca y que fue declarado en 1975 Conjunto Histórico Artístico. Candelario no se encuentra dentro del Valle del Ambroz, pero su enclave es igualmente impresionante.




Candelario desde el parque municipal

Para visitarlo podemos dejar el coche aparcado a la entrada del pueblo, en el aparcamiento público gratuito.


Las calles de Candelario son empinadas y empedradas, repletas de fuentes, con casas de no más de 3 pisos (el último se solía usar como secadero de los productos derivados del cerdo) y casi todas con batipuertas. Parece ser que el objetivo de las batipuertas era permitir la entrada de luz al interior de la casa, pero no la de animales. Durante tu caminar por sus calles, te acompañará el constante sonido del agua corriendo calle abajo. Son las llamadas  regaderas. Canalillos de agua a los lados o en el centro de la calle que servían para limpiar las mismas después de la matanza y como agua de regadío para las huertas y prados.



Calles típicas de Candelario

Candelario es dueña de una arquitectura muy particular, que merece la pena ser visitada. La vista desde el parque municipal es impresionante.  


En esta ocasión no paramos a comer en Candelario, pero por si a alguien le puede ser de ayuda, existe un restaurante llamado El Ruedo que si teneis ocasión, deberíais de dejaros caer por allí. No os arrepentireis. 

DIA 2 > 18:30. El viaje había concluido y teníamos tocaba volver a casa pero como dijo Gabriel García Marquez "No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió", así que hicimos buen acopio de ibéricos en una tienda que había cerca del aparcamiento y tomamos nuestro viaje de vuelta con una gran sonrisa, muchas fotos y pensando en el siguiente.