Hace unos días por fin visité el
Zoo Municipal de Guadalajara. Hacía tiempo que había oído hablar de él, pero no
encontraba el momento de acercarme y dedicarle una visita.
Fue inaugurado en 1985 y cuenta con una superficie de unas 11 hectáreas. Está situado a las afueras de la ciudad de Guadalajara, en el llamado Parque del Río, junto al cauce del río Henares. No tiene aparcamiento propio, pero se puede aparcar un poquito antes de la puerta de acceso en el aparcamiento del cementerio que se encuentra en la acera de enfrente.
Según entras, a la izquierda hay
un bar-restaurante con terraza donde podremos tomar algo o comer si nos viene
bien, aunque también hay una zona de pic-nic con columpios habilitada dentro
del recinto, por si queremos llevar nuestras propias provisiones. Cerca de la
entrada también hay un pequeño parque infantil con varios columpios, lo que
hace la oferta más completa si la intención es visitarlo con niños.
Sin grandes pretensiones, este
zoo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de un agradable paseo bajo su denso
pinar mientras observamos osos, lobos, corzos, ciervos, cabras, nutrias… y
otras especies, sobre todo europeas, confinadas en recintos amplios y bien
acondicionados. Cuenta además con más de 40 especies de aves, algunas de ellas
de gran interés ornitológico, como es el caso de las garcillas y martinetes que,
han elegido este privilegiado entorno de gran variedad vegetal para invernar o
reproducirse en libertad.
Así que, tanto si eres un
apasionado de la botánica, tu hobby es el avistamiento de aves o simplemente
buscas una actividad al aire libre para disfrutar con tus hijos, el Zoo
de Guadalajara te está esperando de Lunes a Viernes de 10:00 a 17:30 y Sábados,
Domingos y festivos de 11:00 a 17:30 y, además es gratuito.
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