domingo, 1 de marzo de 2015

Una coordenada, ¡tantas opciones!

43°18'27.8"N 5°03'05.0"W ¿Dónde nos sitúan estas coordenadas?

Pues en uno de los lugares más verdes, bucólico, pintoresco y con más historia de España. Casi al final de la carretera AS-262. Efectivamente, nos encontramos en Asturias, al norte de España, región muy afortunada que concentra equilibradamente buenas playas, montaña y comida.

La excursión de hoy puede hacerse casi en cualquier estación del año y siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, ya que es una zona en la que hay una gran probabilidad no sólo de lluvia, sino de niebla. En más de una ocasión haciendo un día perfectamente claro nos hemos encontrado con que arriba no eramos capaces de ver más allá de donde llegaba nuestro brazo extendido. 

También hay que tener en cuenta que, debido a su alto atractivo,  cuando hace buen tiempo, puede encontrarse tal cantidad de gente, que pierda todo el encanto que realmente tiene. Así que mi recomendación es acercarte en un claro día de invierno, como hicimos nosotros. La experiencia es única.

Conduciendo a lo largo de la carretera AS-262, dentro del Parque Nacional de Picos de Europa (creado en 1918), en el medio de la Montaña Auseva aparece La Basilica Santa María La Real de Covadonga rodeado de un mar verde. Esta primera vista te hará darte cuenta de que estás llegando a un sitio realmente especial. Pero no te he traído hasta aquí sólo para ver esto, aunque sería razón más que suficiente.


Cuando llegues al punto 43°18'27.8"N 5°03'05.0"W, deberás elegir entre seguir hacia la derecha hasta el final de la carretera  donde podrás deleitarte del paisaje donde está sito el Santuario de Covadonga y desde donde salen algunas rutas de senderismo como la de la Vega de Orandi o la Ruta de la Reconquista o girar a la izquierda y comenzar la subida a los Lagos de Covadonga “Los Lagos”.

Nosotros no tuvimos elección porque la subida a Los Lagos estaba cortada por nieve, así que condujimos hasta el final de la carretera y allí aparcamos el coche. Tan pronto apagamos el motor, el silencio, el sonido de la catarata y el aire puro que respiramos, nos hizo sentir que habíamos llegado a un lugar verdaderamente extraordinario. 

Covadonga es un símbolo, no sólo para los asturianos, sino para todos los españoles debido a su leyenda e historia. La cueva Santa de Covadonga acoge la tumba de Don Pelayo, quien en 722 ganó la Batalla de Covadonga contra los Moros. Con la victoria de Covadonga comenzó La Reconquista a través de toda España y terminó unos ocho siglos después con la expulsión de los Moros de la península. Después de esto, la Cueva Santa se convirtió en un sitio de peregrinación, lo que hizo que muy cerca de la misma, en 1887 se construyera el Santuario de Covadonga.


La Santa Cueva de Covadonga está escavada en la roca justamente en la parte superior de una catarata. En esta cueva es donde la Virgen de Covadonga o "La Santina" lleva morando más de 1300 años. 


Puedes acceder a la capilla a través de la escalinata que hay cerca del puente donde dos grandes leones custodian la entrada al Santuario o a través de un pasaje abovedado iluminado por cientos de velas encendidas por los peregrinos. 



En este lugar, no están permitidas las prisas. Dedícale el tiempo suficiente para empaparte de este ambiente mágico y disfrutar del silencio mientras observas y paseas tranquilamente. Estoy segura que sentirás una gran paz interior después de esta visita. 


Si nos situamos de nuevo donde se encuentran los dos leones de mármol, podrás ver una ruta de senderismo señalada como "Ruta de Orandi PR-PNPE-6 / Ruta Reconquista GR-202". Nosotros hicimos la Ruta de Orandi, ya que la de la Reconquista es para dedicarle tres jornadas sólo la ida. La ruta no nos tomó más de 45 minutos, pero merece la pena. Toma el camino empedrado que indica la señal. En un minuto encontrarás una señal para "Orandi", para tomar la rama derecha del camino. Tienes que seguir la señalización amarilla-blanca a lo largo de la pendiente del Auseva hasta el claro del Colladín de Orandi. Desde allí el camino desciende hasta el valle de Vega de Orandi. A tu derecha encontrarás la cueva de Orandi donde las aguas del río Les Mestes fluyen dentro y que posteriormente saldrán de nuevo la luz formando la catarata que anteriormente vimos debajo de la capilla de Covadonga. 


Nosotros aquí dimos por concluido nuestro primer día y volvimos a Cangas de Onis, donde estábamos alojados. Repusimos fuerzas con unos culines y unas raciones en “El Polesu”, sidrería que visitamos siempre que andamos cerca y que os recomiendo fervientemente. Fue inaugurada en 1929 y tiene habilitado un llagar típico asturiano perfectamente conservado como restaurante. Allí la sidra sabe distinta…

Al día siguiente, que también hacía un día estupendo, decidimos volver a probar suerte con Los Lagos. Cogimos el coche y condujimos por la sinuosa carretera de Covadonga para tomar esta vez la opción de la izquierda. El camino hasta los Lagos de Covadonga es inolvidable, el paisaje cambia radicalmente del bosque de hayas a los verdes pastos que rodean las altas cumbres hasta llegar a los lagos 12 kilómetros después y la carretera, a momentos, demasiado estrecha, sobre todo si te cruzas con algún coche o autobús en sentido contrario. En este caso, mejor no mirar hacia abajo.


Después de pasar el Lago Enol, si te mantienes a la derecha llegas  al Lago Ercina, donde termina la carretera. Los Lagos, Enol y Ercina, son de origen glaciar y se encuentran a 1100 metros por encima del nivel del mar. Nosotros debido a la cantidad de nieve que había, y a pesar de que alguno se aventuró a seguir hasta el final, dejamos el coche en el aparcamiento de La Buferrera, el más próximo al lago Enol y desde ahí disfrutamos andando el resto del camino.


Si hay que poner alguna pega a hacer la visita en estas fechas y con nieve, es la imposibilidad de seguir, una vez arriba, alguna de las rutas de senderismo que hay señalizadas. Pero pasear con la nieve hasta las rodillas y disfrutar del bonito, blanco y tranquilo paisaje lo compensa con creces. 

Volvimos dejando pendiente recorrer alguna de las rutas de senderismo propuestas y mediante las cuales descubres Los Lagos desde diferentes ángulos y su entorno: el Mirador del Príncipe, la Mina Buferrera, el refugio Enol, la pequeña ermita del Buen Pastor, el hayedo Palumbero… 


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