domingo, 18 de septiembre de 2016

Alcossebre. Kilómetros de playas y un castillo

Este verano estuve unos días en Alcossebre y, aunque según llegué no me pareció nada del otro mundo, con el tiempo he cambiado de parecer y he decidido escribir una entrada sobre él y daros a conocer todos sus atractivos. No es un pueblo monumental ni la arquitectura de sus casas es armoniosa, pero sus playas y su entorno, lo hacen ideal para entrar a formar parte dentro de nuestros destinos con encanto



Es uno de los lugares del levante español más acogedores que he visitado.

Alcossebre pertenece a Alcalá de Xivert, cuyos orígenes se remontan a la Edad de Bronce (siglo VII a. de C.), cuando los íberos ocuparon toda la costa mediterránea. Posteriormente también fue ocupado por romanos, árabes, cristianos y unas cuantas civilizaciones más hasta convertirse en uno de los principales puertos de la Corona de Aragón, por ello también fue objetivo de ataques piratas provenientes del norte de África.

Pero Alcossebre no tiene tanta historia. Alcossebre nació como un pequeño pueblo de pescadores y agricultores de secano que fue transformándose poco a poco en un nucleo turístico debido a la belleza y la calidad de sus playas.



Al contrario de lo que se pueda pensar al tratarse de un destino en el Levante español, Alcossebre no se ha sobresaturado. No se si por estar entre pueblos tan conocidos como Peñiscola y Oropesa ha pasado desapercibido o su estratégica situación a faldas del Parque Natural Sierra de Irta ha impedido su desarrollo, pero el caso es, que ha conseguido mantener un equilibrio adecuado entre la población y los kilómetros de playa disponibles. La parte edificada se extiende paralelamente a la costa y no tiene mucha profundidad tierras adentro, sus edificios no son alarmantemente altos (4 o 5 pisos a lo sumo) y su oferta en alojamientos es reducida, lo que le confiere cierto grado de familiaridad.



Pero que destacar de Alcossebre y sus alrededores que le hacen un lugar ideal para cualquier epoca del año:

1. Las playas

Alcossebre cuenta con varias playas de una gran calidad y con una extensión de casi 10 kilometros en su conjunto. Arena fina, aguas transparentes y tranquilas y todas poco masificadas.

La playa principal, que corresponde al núcleo central de esta población es la del Cargador, con más de 700 metros de longitud.



Más hacia el norte, después del puerto deportivo, encontramos la playa de Las Fuentes, una playa más pequeña, muy recogida y de la que nacen manantiales naturales de agua dulce (de ahí su nombre).

Si nos dirigimos hacia el sur, tenemos una zona de dunas, protegida tanto su forma como su flora por una pasarela de madera que te permite recorrerla y visitarla, pero impide que accedas a ella.

Siguiendo hacia el sur tenemos la Playa Romana, la del Moro, Tres Playas, Tropicana... todas ellas de extraordinaria belleza y en las que se ha mantenido a raya las construcciones y no sientes que éstas estén comiendo terreno al mar, como pasa en otras zonas de costa.



Os recomiendo coger el tren turístico, ruta sur, con el que podrás disfrutar de una panorámica de todas ellas, ya que la ruta es casi 100% pegada a la costa.

2. Paseo marítimo


Depende de lo que entiendas por paseo marítimo, pero si lo que quieres son kilómetros y kilómetros paseando tranquilamente sin perder de vista el mar, en Alcossebre tienes desde más allá de la Playa de Las Fuentes, hasta Tres Playas, un camino más o menos continuo, sin ningún peligro para pasear con los niños y durante el cual podrás disfrutar de una vistas extraordinarias. Sobre todo desde los roquedales que hay entre playa y playa.


Partiendo de Las Fuentes y hasta el Puerto deportivo hay un paseo marítimo precioso: ancho, arbolado y con una iluminación muy intima. Pasado el puerto deportivo entramos en la parte de paseo marítimo del pueblo. También ancho, pegado al mar, pero con menos encanto que el anterior. En este tramo encontraremos, a parte de la Oficina de turismo, muchas terrazas con restaurantes y otras actividades, que le hacen el más concurrido de todos.  




Este tramo termina aproximadamente antes de la mitad de la playa del Cargador y a partir de ahi tenemos que recorrer un tramo por una pequeña calle poco transitada que desemboca en una zona no asfaltada y donde comienza el paseo sobre una pasarela de madera para protección de las dunas y especies endémicas de la zona y que finaliza más o menos a mitad de Playa Romana. 


De aquí en adelante, el paseo se torna en un camino de tierra firme.

El encanto de esta zona reside en la tranquilidad que te da la poca concentración de gente, en la sensación de conservación y poca invasión de la playa y precisamente, el pasear por un camino de tierra en lugar de un paseo asfaltado. A mi me hace conectar más con el entorno y me da la sensación más de playa salvaje y primitiva.

Desde Tres Playas la cosa se complica, pero la carretera por la que se puede ir está poco transitada por lo que no hay problema en ir andando por ella. Un poco más adelante, después de la desembocadura del Río San Miguel, tenemos otros pocos cientos de metros de paseo asfaltado de nuevo.

3. Oferta cultural

Una cosa que me sorprendió de Alcossebre es la gran oferta cultural que desarrolla la Oficina de Turismo de allí. 

Visitas guiadas a Alcalá de Xivert o a la ermita de Santa Lucía y Sant Benet, marcha nocturnas bajo la luz de la luna, visita teatralizada con temática de piratas tan arraigada a la zona, conciertos, senderismo temático (micológico, histórico, gastronomico..), jornadas templarias, salidas en bicicleta... de verdad que te invito a que le eches un vistazo a su folleto de actividades culturales.


4. Oferta infantil
Como he comentado, Alcossebre es un destino muy familiar. La mayoría de visitantes son familias con niños pequeños. Por ello, se ha adaptado muy bien a esta situación y hay multitud de oportunidades para hacer que los niños se lo pasen bien en todo momento. 

Alcossebre dispone de un Tren turístico, con dos rutas que sale cada aproximadamente 20 o 30 minutos, camas elásticas, alquiler de coches de pedales en la zona de Las Fuentes y al lado opuesto, al final de la playa del Cargador, columpios en la zona de la Oficina de Turismo (aunque os avanzo que debido a la humedad de la zona, es imposible deslizarse por ninguno de sus toboganes). 

Todas las tardes desde las 7 o las 8 también junto a la Oficina de Turismo hay sesión continua hasta las 12 de la noche de marionetas. 

5. Deportes

Debido a su privilegiada situación y clima, Alcossebre tiene una amplisima oferta deportiva:

Senderismo o BBT por el Parque Natural de la Sierra de Irta. Existen varias rutas con diferentes niveles de dificultad.
Buceo por las Islas Columbretes previa autorización, ya que es una zona muy protegida ya que se trata de un Parque Natural y una Reserva Marina.
Deportes naúticos desde el puerto deportivo.


6. Visitas cercanas



Cogiendo el coche, pero a pocos kilómetros, podemos visitar el Castillo de Xivert, construido por los musulmanes a finales del siglo XI, remodelado por la Orden del Temple y abandonado en 1609. Actualmente está poco ruinoso, pero en plena rehabilitación y situado en un enclave realmente espectacular. También adosado a él podemos visitar los restos de un poblado Íbero.















Otra visita para no perderse es la ermita de Santa Lucía y Sant Benet, estilo gótico valenciano de finales del siglo XVII. Con unas vistas sobre la zona impresionantes.








Y un poco más lejos podemos visitar el maravilloso pueblo medieval de Morella, Peñíscola o las cuevas de Sant Josep en Vall d'Uixó, cerca de Castellón.


Si tenemos tiempo, podemos dejarnos caes por Alcalá de Xivert, pero os advierto que no hay mucho que ver al margen de la iglesia de San Juan Bautista, el Campanario y su plaza del mercado.



7. Gastronomía 

A lo largo de la linea de costa, en el puerto deportivo o en los alrededores de la Plaza de la Constitución podemos encontrar restaurantes para todos los gustos y bolsillos. 

Hay restaurante donde encontrar desde pescaditos de la zona, hasta buenas paellas o productos típicos de una taberna ibérica pasando por pizzerias, restaurantes chinos y restaurantes de comida para llevar (principalmente pollo y paellas). Restaurantes con música en directo o marisquerías con terrazas mirando al mar. Eso si, no esperes encontrar por allí ninguna cadena tipo Burger King  o McDonald's.  La oferta gastronómica es suficientemente amplia para no echar de menos ni lo mas mínimo este tipo de comida rápida.

También tienen mucho éxito las heladerías que comparado con los restaurantes están un poco pasadas de precio, pero a juzgar por la cantidad de gente que hace hasta cola para comprar sus helados, no creo que tengan en mente bajar sus precios.



Así de forma resumida, esto es lo que ofrece Alcossebre. Si teneis alguna sugerencia que haya pasado por alto, por favor, dejad un comentario para quienes lean esta entrada tengan la información más completa posible. De todas formas, os dejo la web de la Oficina de Turismo de Alcossebre que es bastante completa y encontrareis más detalles de lo que os he explicado hoy aquí. 

jueves, 8 de septiembre de 2016

MOGARRAZ, paseando por 1967

Hace poco pasamos unos días en Las Batuecas - Sierra de Francia. Nos alojamos en una de esas casa rurales que tanto nos gustan por la intimidad y la libertad y comodidad que ya he pregonado en mas de una ocasión que ofrecen.

A la llegada hablando con la dueña de la casa sobre lo que teníamos pensado hacer durante esos días, esta nos sugirió acercarnos a un pueblo llamado Mogarraz, que estaba a unos 15 minutos de allí. Nos contó que era un pueblo muy bonito, típicas construcciones de adobe, pero que además tenía un particularidad adicional. Que en las casas estaban pintados los retratos de la gente que había vivido en esas casas, que daba a veces un poco de repelús pero que era curioso.

Según me lo explicó todo me resultó un poco macabro, pero me picó la curiosidad y empecé a investigar por internet a ver si podía encontrar por algún sitio una explicación del motivo de esos retratos.

Y claro, hoy en día pocas cosas no se encuentran en internet.


Mogarraz
Detalle fachada Mogarraz
Según pude leer, desde 2012 Mogarraz luce en las fachadas de todas sus casas retratos de los vecinos que habitaban las mismas en el año 1967 (creo recordar que eran 388 láminas). Parece ser que un día de otoño del citado año, un fotógrafo del pueblo retrató a todos los habitantes del mismo , allí donde estaban, para que tuvieran la foto necesaria para sacarse el DNI. Por lo que la obra, realizada por un reconocido pintor nacido en este pueblo, se plantea como una mirada atrás en el tiempo, una forma más de ayudar al visitante en su recorrido por el pueblo a retroceder casi 50 años.
 
Mogarraz
Calle de Mogarraz
Visto así la situación toma otro cariz y la exposición no resulta nada macabra sino todo lo contrario, es una melancólica mirada al pasado para los descendientes y un motivo de unión de los habitantes actuales para el mantenimiento y conservación de esta idea tan original.

Dicho esto, era hora de visitar Mogarraz. Llegamos al pueblo y enseguida lo reconocimos, aquí habíamos parado a comprar un jamón hacía unos años, pero en aquella ocasión no nos detuvimos a ver el pueblo.

Aparcamos el coche en uno de los aparcamientos públicos gratuitos que tiene a las afueras (40°29'35.6"N 6°03'12.7"W). No son muy grandes, pero algún rinconcillo siempre se encuentra para dejar el coche. 

La villa de Mogarraz fue declarada Bien de Interés Cultural en 1998 por su estructura medieval con típicas calles estrechas e irregulares. En su página web puedes encontrar el mapa turístico, pero te avanzo que han puesto mucho énfasis en señalarte los restaurantes y alojamientos pero allá te las apañes para identificar los monumentos o edificios notables. 

En cualquier caso no te preocupes ese trabajo te lo doy hecho.

Mogarraz
Calle de Mogarraz

Iniciamos nuestro paseo entrando por la calle Miguel Angel Maillo, donde enseguida veremos como la calle se ensancha dando lugar a una pequeña plaza de gran encanto. Nos encontraremos con la primera fuente (vereis que hay muchas a lo largo del pueblo donde la gente sigue llenando sus garrafas), que a su vez fue una pila bautismal. Poco después llegamos a una zona donde la calle se ensancha y nos encontramos de espaldas a la Ermita del Humilladero, del siglo XVIII. Justo enfrente tenemos la Cruz de los Judíos, decorada con calaveras.


Mogarraz
Ermita del Humilladero y Cruz de los Judíos

Mogarraz
Calle de Mogarraz
Seguimos adelante, sin perdernos cada rincón que nos regala Mogarraz y nos encontraremos con otra fuente que data de 1672.

Un poco más tarde nos encontraremos con una bifurcación y una nueva fuente a nuestra derecha. Tomaremos el ramal de la izquierda hacia la Torre campanario (siglo SVII), separada de la Iglesia de las Nieves, que dejaremos a nuestra izquierda, por su finalidad defensiva.

Llegamos finalmente a la Plaza Mayor desde atrás. Allí encontraremos otra fuente y la enorme escultura de un toro.

Bajamos las escaleras y allí estamos, en plena Plaza Mayor, que a su vez hace de plaza de toros en fechas señaladas. Aquí, como torero saludando desde el ruedo tras una buena faena, podremos ver detalladamente cada uno de los edificios que la componen. Todos con esa gracia que les da las irregularidades de la construccion en adobe, cuidados hasta el más mínimo detalle y guardando entre si esa perfecta armonía.


Mogarraz
Torre Campanario
Mogarraz
Detalle fachadas cercanas a la Plaza Mayor
Mogarraz
Plaza Mayor

Mogarraz
Casa de adobe
Volviendo sobre nuestros pasos, esta vez tomamos de regreso la calle de la izquierda en la bifurcación que hay en la "fuente bautismal" mientras pudimos. Luego volvimos a la principal y de regreso al coche. El paseo es corto, pero muy lento, ya que hay muchos detalles que no debes de perderte. No son los monumentos, son los retratos, las casas, las calles... en fin, ya te digo, con calma.

Finalizado el paseo, puedo concluir que Mogarraz es uno de los pueblos más bonitos de esta zona en su conjunto con sus asimétricas casas de adobe y sus calles estrechas e irregulares.

A las afueras, dirección Bejar también puedes encontrar el Calvario, tres cruces de granito del siglo XVII.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Jaén imprescindible


Si alguien te propone visitar una ciudad de Andalucía, seguro que Jaén no sería una de las primeras que te rondaría la mente.

De hecho nosotros la visitamos por casualidad y escribo esta entrada para animaros a que os dejeis caer un par de días por allí.

Ibamos de camino de Granada a pasar un fin de semana en Sierra Nevada cuando pasando por la desviación a Jaén, nos miramos y dijimos: "¿ y si desayunamos y damos una vuelta por Jaén? ". Dicho y hecho, tomamos la desviación y allá que fuimos.

La llegada al centro histórico no es muy fácil ni está bien indicada hasta que no estás en alguna de las calles principales.

Puedes aparcar con dificultad en la zona más céntrica pero es zona azul (1.05€/2horas máximo), aparcar en el parking de la Plaza de la Constitución (muy solicitado pero te ahorras estar pendiente de la hora) o en la zona desde la Plaza de las Batallas hacia las afueras (ahí ya no hay zona y tampoco está tan lejos del centro).

Nosotros lo dejamos en la calle Cruz Roja, cerca de la Plaza de las Batallas, y nos tocó subir una buena cuesta arriba. Cuando estábamos a punto de llegar mi hijo mayor corriendo arriba y abajo me intentaba animar "Venga mamá, un poco más que ya llegamos a la cima". Justo pasábamos al lado de un revisor de la zona azul y enseguida nos dijo: "No tenía tierras Jaén que tuvieron que construirla aquí". El hombre nos contó que llevaba toda la vida en Jaén viviendo en calles empinadas y aun no se había acostumbrado. Y es que Jaén está construida sobre el Cerro de Santa Catalina y todas sus calles son empinadas y tienen pronunciadas pendientes. Pero tranquilos que la ruta que os propongo es practicamente llana.

Palacio de Villardompardo
Casas en cascada cayendo por el cerro Santa Catalina. Vista desde el Palacio de Villardompardo.
Nos dirigimos hacia el centro urbano y rápidamente llegamos a la Plaza de la Constitución donde tomamos un estupendo desayuno con una chapata de jamón, tomate y aceite incluido para cada uno (10€ los cuatro).


LA CATEDRAL

Terminado el desayuno entramos en la zona antigua y nos dirigimos hacia la Plaza de Santa María.

Desde el primer momento en que empezamos a andar por sus calles, nos dimos cuenta de que la afluencia turística que tiene no es muy alta. Las calles son tranquilas y el movimiento normal de una ciudad en un día laboral sin el estrés de una gran urbe. Hay mucha gente en la calle, pero casi todos son residentes y eso se nota.

Diputación Provincial de Jaén
Diputación Provincial de Jaén

Atravesando la Plaza del Pósito, donde nos toparemos uno de esos pequeños desniveles que comentábamos anteriormente, llegamos al edificio de la Diputación Provincial de Jaén.

Catedral de Jaén
Frontal de la Catedral
Dejamos el edificio de la Diputación a la derecha y llegamos a la plaza, donde tenemos nuestro primer encuentro con el lateral de la Catedral desde unos soportales que nos acompañarán hasta la misma plaza. La catedral ocupa un lateral de la plaza y es realmente bonita, original y está en muy buen estado. Es una arquitectura predominantemente renacentista, dicen que el mejor ejemplo de renacimiento andaluz, con tintes barrocos y si nos fijamos bien incluso encontraremos detalles góticos en su fachada. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII. No es extremadamente alta ni tiene grandes torres como las catedrales claramente góticas,  pero es una figura imponente en si. Si quereis visitarla, echad un ojo antes a los horarios y los precios (creo que son 5€ la visita con audio-guía). 

Personalmente estoy en contra de pagar por tener acceso a un templo de culto. Creo que estos deberían de estar abiertos a visitantes de forma gratuita. Puedo entender que ciertas dependencias sí sean  de pago. Pagar por las visitas guiadas, por las audio-guias... pero ¿pagar por ver el altar mayor? No lo entiendo.  ¿Alguien se imagina que cobraran por entrar en la Catedral de Santiago? Seguro que perdería el encanto añadido que tiene ese templo siempre con gente de cualquier rincón del mundo...

Cristo del Amparo
Cristo del Amparo
Dejando esto a un lado, el exterior de la Catedral es para contemplarlo tranquilamente. Los bancos situados al otro lado de la plaza, donde se encuentran también edificios tan simbólicos como  el Ayuntamiento o el Palacio Episcopal, son una buena opción para hacerlo desde la sombra.


Después de buscar la Oficina de turismo por la plaza y a falta de más indicaciones tuvimos que preguntar a un grupo de amables jubilados que tomaban el fresco y hablaban de sus cosas en uno de los mencionados bancos. La oficina estaba siguiendo por la calle Maestro unos 50m en el lado derecho.


Pero antes de llegar allí nos topamos con una imagen de un Cristo en una hornacina empotrada en uno de los primeros edificios de esta calle. Era el Cristo del Amparo. Dicen que se apareció en dicha pared cuando un grupo de judíos intentó profanar una procesión que marchaba hacia la Catedral.

En la Oficina de Turismo nos hicimos con un plano y con los horarios de los monumentos.

Después de la Catedral, nuestro objetivo era visitar el Palacio de Villardompardo, donde a parte de varios museos se encuentran los famosos baños árabes que no podeis dejar de visitar.

Seguimos por la calle Maestro, eje principal de esta ruta y una de las pocas calles llanas de Jaén. Todo lo que sale a izquierdas o derechas de ella ya vereis como pica para arriba o abajo.

Al poco nos encontraremos con el Palacio del Condestable a la derecha y con el Arco de San Lorenzo (antigua iglesia del siglo XIII-XIV solo visita exterior o guiada) en una calle a la izquierda. Según seguimos avanzando, es bueno echar un vistazo en cada callejón que sale a la izquierda porque de vez en cuando se deja entrever el Castillo de Santa Catalina que visitaremos por la tarde.

EL BARRIO DE LA JUDERÍA


Barrio judío de Jaén
Placa de entrada en el barrio judío
Un poco mas adelante a la derecha tenemos el Barrio de la Judería. Lo reconocerás por la placa indicadora, a pies de la Calle San Andrés, que aparece en el suelo (similar a las que puedes encontrar en otras juderías españolas como la de Toledo o Córdoba).

Si quieres ver esta judería tendrás que prepararte a bajar unas cuestecillas y luego a subirlas otra vez porque tenemos que volver a esta calle de nuevo para proseguir en camino. El barrio de la judería abarca mas o menos desde la Plaza de San Agustín hasta la Plaza del Rostro.

Iglesia de San Andrés
Entraremos a él por la Calle de Andrés y poco más adelante encontraremos la Iglesia de San Andrés. Se piensa que fue una antigua sinagoga y a juzgar por su sencilla fachada, su orientación al este y su ubicación seguro que fue así. No se si os acordaréis de la entrada en la que visitamos la judería de Toledo, una de las cosas que allí explicamos fue la prudencia que tenían que tener los judíos al construir sus sinagogas. Estas nunca deberían de ser más ostentosas que las iglesias católicas.


Callejeamos un poco por el callejón del gato, plaza del rostro y otros callejones hasta llegar a la Plaza de los Huérfanos, presidido por un gran Menorá y donde también encontraremos los restos arqueológicos de la “Puerta de Baeza”, uno de los antiguos accesos de la ciudad amurallada, bajo un puente, que marca el camino recorrido por los judíos medievales para entrar o salir de la ciudad.

Menorá en el Barrio Judío
Luego volviendo cuesta arriba y pasando por el Convento de Santa Clara llegamos a la Fuente de Los Caños. Seguimos subiendo hasta salir de la judería y volver a la calle que guía nuestra ruta.

No esperes encontrar una judería como la de Toledo, Hervás, etc... la judería de Jaén necesita inversión, dedicación y cuidado por parte de los jienenenses, necesita que la hagan ponerse en valor porque ciertos callejones estrechos (donde debería encontrarse el encanto de las juderías) no sólo carecen del citado encanto, sino que dan un poco de reparo recorrerlos. Aun así, creo que un paseo, aunque sea rápido, se merecen estas callejuelas.


Pocos metros a continuación , a nuestra izquierda veremos la Iglesia de San Juan y San Pedro una interesante iglesia medieval que además tiene el campanario primitivo del Ayuntamiento de Jaén.


Barrio Judío de Jaén
Calle del Barrio Judío

LOS BAÑOS ÁRABES


Finalmente llegamos a la plaza de Santa Luisa de Marillac, donde se encuentra el Palacio de Villardompardo. Exteriormente es bastante sobrio y nadie adivinaria lo que oculta en su interior. La entrada sorprendentemente es gratuita. El edificio tiene 5 plantas perfectamente accesibles para todo el público con rampas y ascensor.


Palacio de Villardompardo
Museo de artes y costumbres populares

Palacio de Villardompardo
Patio central Palacio de Villardompardo
Lo más importante,  en su interior están los Baños árabes del siglo XI mas grandes (450m2) y mejor conservados de Europa y norte de África. Estuvieron en uso hasta el siglo XV y fueron redescubiertos en el siglo XX. No te lo puedes perder. Esto si que es visita obligada.



A destacar para no perderse: según entras el patio principal de este emblemático edificio renacentista del siglo XVI, el museo de arte y costumbres populares donde se encuentran unos preciosos carros, planta -1 los baños árabes y planta 2 el mirador  (se accede desde la cafetería). En cualquier caso os recomiendo dar una vuelta por todas las plantas para haceros una idea de la magneficencia del edificio.




Palacio de Villardompardo
Baños árabes

Palacio de Villardompardo
Baños árabes

Palacio de Villardompardo
Panorámica desde el Mirador del Palacio de Villardompardo

Una vez terminada la visita, si seguimos un poco más adelante llegaremos a una plaza donde hay una estatua que representa al Lagarto de la Magdalena.

Lagarto de la Magdalena
Lagarto de la Magdalena
Según la leyenda, este lagarto, sierpe o dragón se encontraba en el Raudal de la Magdalena, donde hay un nacimiento de aguas y tenía asustada a la toda la población. Hay varias versiones, un valiente pastor, un caballero, un condenado a muerte... consiguió matarlo haciéndole ingerir una sustancia explosiva que provocó su explosión. De aquí proviene la maldición, “así revientes como el Lagarto de la Magdalena”.


Ya que hemos llegado hasta aquí y hemos visto el lagarto, tenemos que seguir hasta el Raudal de la Magdalena (en obras cuando nosotros estuvimos) y la Iglesia de la Magdalena  (la más antigua de Jaén y antigua mezquita).
Iglesia de la Magdalena
Iglesia de la Magdalena



Aquí podemos dar por finalizada la ruta del centro histórico. Ahora es momento de volver al coche porque nos queda la subida al Castillo.

De vuelta y si aun teneis fuerzas y tiempo también resulta interesante la Iglesia de San Ildefonso.

Nosotros aquí decidimos ir a comer. La zona entre la Catedral, la Iglesia San Ildefonso y la Plaza de la Constitución está llena de tascas con terrazas donde seguro que encontrareis alguna de vuestro agrado donde reposar y recobrar fuerzas.

Iglesia San Ildefonso
Iglesia San Ildefonso

EL CASTILLO


Para finalizar nuestra visita imprescindible tenemos que subir al Castillo de Santa Catalina, junto al Parador Nacional (entrada gratis los jueves por la tarde, si no 3.5 euros)...

Castillo de Santa Catalina
Entrada principal Castillo de Santa Catalina



Esta declarado Bien de Interés Cultural. Parece que Aníbal y los cartagineses hicieron aquí su fortaleza la cual pasaría después a manos de romanos y musulmanes y finalmente volvió a manos cristianas en 1246 gracias a Fernando III.

Cuando llegamos arriba, lo primero que nos encontramos es el Parador Nacional y todo el aparcamiento que vemos es para clientes del mismo. Tenemos que seguir un poco más alante y encontraremos otro aparcamiento para los visitantes del Castillo.

Castillo de Santa Catalina
Siguiendo por el exterior de sus muros, hay un sendero que nos lleva hasta un Mirador desde donde se ve una magnífica panorámica de Jaén.



Aquí dimos por terminada la visita, pero bajamos de nuevo a la Plaza de Santa María donde los niños jugaron un rato con las fuentes que salían del suelo antes de dejar Jaén.


Como veis ha sido una visita relámpago, pero de verdad que os animo a acercaros no solo por los monumentos, sino por la amabilidad de la gente que allí vive, por lo bien que se come y porque es una ciudad por la que te sientes cómodo desde el momento en que llegas.

Nosotros nos quedamos con ganas de disfrutarla más pausadamente.

Seguro que repetiremos y esta entrada tendrá una segunda parte porque lo que sí que hemos descubierto es que Jaén es una gran desconocida.



Mirador del Castillo de Santa Catalina
Panorámica desde el Mirador del Castillo de Santa Catalina

Mirador del Castillo de Santa Catalina
Panorámica desde el Mirador del Castillo de Santa Catalina
Os animo a que me dejeis comentarios o consejos para mi siguiente paso por Jaén,  así como si os ha servido esta entrada o echáis algo en falta. ¡Todo es mejorable!



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