lunes, 4 de abril de 2016

Toledo imprescindible (DIA 2)

DIA 2 > 10:00

Ya desayunados y hecho el check out en el hotel, dejamos las maletas en consigna y salimos a cubrir lo que nos quedaba del itinerario. No teníamos que dar prisa porque queríamos estar de vuelta en Madrid para comer, ya que había sido uno de los primeros fines de semana del año en que había hecho buen tiempo y se preveía bastante tráfico de entrada.

Nuestro principal objetivo: visitar la Mezquita del Cristo de la Luz. Así que nos dirigimos hacia allí, pero callejeando desde el Monasterio de San Juan de los Reyes, que el otro lado ya nos lo habíamos trillado ayer.


Cobertizo Paso Doncellas
Cobertizo Paso Doncellas


Calle Cobertizo
Calle Cobertizo
Subimos por la calle Pintor Macias Moreno hacia el Real Colegio de las Doncellas Nobles, visitable e incluida su visita dentro de la pulsera turística desde el 1 de marzo de este año. Este edificio, es uno de los mejores ejemplos de gótico toledano junto con la Iglesia de los Jesuitas. Construido en el s.XVII educó a muchas generaciones de doncellas que tenían que justificar su "limpieza de sangre". Ampliado en el s.XIX al edificio de enfrente, fue cuando se construyó el cobertizo que lleva su mismo nombre. Este edificio estuvo en funcionamiento hasta el s.XX y seria merecedor de una visita guiada porque seguro que tiene un montón de entresijos que conocer.

Como era temprano, aun no había mucho turista por las calles nos recreamos haciendo fotos cerca del Colegio. Justo llegando a un Cobertizo nos cruzamos con un matrimonio que también estaban fotografiando la zona y él, al vernos nos dijo que nos recomendaba volver a Toledo para la fiesta del Corpus, que justo desde donde estábamos salían unas fotos preciosas, pero que había que madrugar muchísimo porque ese día ni se puede dar un paso desde las 9 de la mañana. Nos lo apuntamos: volver a Toledo para el Corpus. A ver si puede ser. 

Seguimos adelante hacia la Mezquita girando a la izquierda por la calle Maria C. y justo cuando pasábamos vi un cartel que anunciaba una exposición en el Monasterio de San Clemente. Entonces me acordé: tenía que ver el graffitti que Becquer había hecho hacia 1857 en la portada plateresca situada en un pequeño callejón a espaldas de este Monasterio.




San Clemente
Buscando la firma de Becquer en
la portada de San Clemente

La firma hay que buscarla porque no es fácilmente reconocible debido a que el trazo es muy débil y ademas esta atravesada por una grieta que atraviesa parte de la portada. Pero es una de las curiosidades que pocos conocen y que cuando estás buscando o fotografiando la firma mucha gente pasa y se queda mirando extrañados. Algunos preguntan y descubren y otros se van sin encontrarle la gracia a una pequeña portada de una calle secundaria. 

Desde aquí y ya sin más pausas fuimos directamente a la Mezquita. 

He de confesar que anduvimos dando vueltas un rato porque no nos cuadraba el plano que llevábamos con la realidad, hasta que una amable señora nos debió de ver tan perdidos que nos preguntó si estábamos buscando la Mezquita del Cristo de la Luz. Una vez más íbamos por mal camino, menos mal que amablemente nos acompañó hasta la misma calle que desemboca en la Mezquita. Ya no tenia perdida.

DIA 2 > 12:00

Por fin entramos en la Mezquita. Lo primero que me sorprendió fueron sus pequeñas dimensiones. Aunque ya se podían adivinar al ver el edificio desde el exterior.

Junto con la Mezquita de Córdoba es la más antigua de España y su estado de conservación es realmente bueno.

En su interior tiene cuatro columnas que con los muros exteriores hacen de base para nueve bóvedas, todas diferentes entre sí. 

Mezquita del Cristo de la Luz
Mezquita del Cristo de la Luz desde el jardín
En el exterior tiene un jardín, no muy cuidado pero con unas vista de Toledo y de la Puerta del Sol que merecen la pena.

Terminada la visita volvimos rápidamente al hotel a recoger las maletas y luego el coche. Aun nos quedaba una última cosa por hacer. Ir al Mirador del Valle.

DIA 2 > 13:30

Cogimos el coche y fuimos dirección al Castillo de San Servando y seguimos adelante por la única carretera que se podía hasta llegar a un punto donde estaba claro que había un mirador; coches, autobuses, bus turístico... era el Mirador del Valle.

El caso es que conseguimos hacernos un hueco, fotografiamos y retomamos el camino de vuelta a Madrid.

Mirador del Valle
Toledo desde el Mirador del Valle

Seguro que habrá muchos que no entiendan por qué en una ruta de Toledo imprescindible no hemos incluido el Alcázar, la Puerta de la Bisagra o la visita a la Catedral Primada.

La razón es muy sencilla. A cualquier persona que dejes por primera vez en Toledo, sin conocimientos previos sobre la ciudad y un plano, por oídas visitaría ciegamente estos tres sitios.

Nosotros hemos tratado de descubrir en dos días ese Toledo escondido y encantador que solo muestra ciertos tesoros a quien los busca. 

En cualquier caso esta visita siempre puede ser modificada al antojo del visitante. Esto solo es una muestra de lo que nosotros vimos y, para gustos los colores, a nosotros nos gusta mucho patear y callejear sin rumbo.

Si echas en falta algún tesoro mas del rico y abundante patrimonio toledano, por favor, deja tu comentario o mándanos un correo y la incluiremos en posteriores rutas.







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viernes, 1 de abril de 2016

Descubriendo el Museo del Ferrocarril


Seguro que estáis de acuerdo conmigo en que todos los niños tienen una época en la que les apasionan los trenes. A muchos se les pasa y a otros tantos les siguen apasionando el resto de sus vidas. 


Nosotros con nuestro hijo mayor estamos en esa época. No se si se le pasará o no, pero ahora mismo le encantan los trenes y en casa cada dos por tres nos toca montar su tren de Lego o el de madera para verle como da vueltas sin parar. 

Fue por esto por lo que decidimos acercarnos un fin de semana a visitar el Museo del Ferrocarril y realmente debo de decir que se lo pasó en grande. Llamamos a dos amiguitos más del cole y allí que nos fuimos todos. 

Museo del Ferrocarril, Madrid
Antigua estación de Delicias, sede del Museo del Ferrocarril
Tuvimos que esperar para entrar unos cinco minutos. Aunque la cola parezca larga es bastante ágil y enseguida llega tu turno. Los domingos la entrada general cuesta 2.5€ (para adultos y niños de más de 4 años), 6€ si incluye la entrada a la obra de teatro que tiene lugar a las 13:00h.

Museo del Ferrocarril, Madrid
El edificio que alberga hoy el Museo es una obra de arte en sí. Construido a finales del s. XIX como estación de término de la línea que unía Madrid y Ciudad Real, fue utilizado como tal hasta finales de los 60. Lo que más me llamó la atención nada más ver el edificio fue su fuerte armazón de hierro forjado y ensamblado. Y cuando entré la amplitud de la nave y su esqueleto de hierro a la vista. Son tres andenes, dos laterales y uno central, y cuatro vías divididas en: locomotoras a vapor, eléctricas, diesel y trenes de viajeros.

Además a ambos lados de esta nave principal iremos encontrando varias salas temáticas: la sala de los relojes, del modelismo, de infraestructura... y también podemos encontrar una sala dedicada a la serie infantil Chuggington donde los niños pueden jugar y construir con las vías y trenes de los personajes de esta serie.

Museo del Ferrocarril, Madrid

Museo del Ferrocarril, Madrid

Museo del Ferrocarril, Madrid

Museo del Ferrocarril, Madrid

Cuando ya hayamos visto todo esto todavía nos queda una cosa importante: el tren de jardín, inaugurado en 1998. Para verlo tendremos que salir fuera de esta inmensa nave justo por el lado opuesto a la entrada. Allí nos encontraremos con un pequeño parque ferroviario con 3 o 4 trenes a una escala suficientemente grande que pueden llevar a personas. Es por ello que se denominan trenes de jardín, porque son muy grandes para instalarse en el interior de una casa, pero suficientemente pequeños para instalarlos en un jardín. Estos trenes funcionan todos los domingos, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, desde las 11.30 hasta las 14.00h.

Tren de jardin, Museo del Ferrocarril, Madrid

Tren de jardin, Museo del Ferrocarril, Madrid

Tren de jardin, Museo del Ferrocarril, Madrid

Al módico precio de 1€ para niños y 1,5€ para adultos, que se destinan al mantenimiento de vías, trenes y jardín, podrás disfrutar de una paseo en uno de estos trenes. El paseo, evidentemente no tiene mucha emoción porque la velocidad de estos trenes no es muy grande, pero tiene un encanto especial este parque ferroviario en miniatura, especialmente si puedes montar en el más antiguo, una máquina de vapor (la joya de la corona) podrás disfrutar de todo un espectáculo de sonido y movimiento. Durante el paseo podrás ver como el jefe de estación hace parar a unos trenes para que pasen otros, como paran en la carbonera o en el deposito de agua para recuperar las fuerzas y seguir adelante....

Tren de jardin, Museo del Ferrocarril, Madrid
Poniendo a punto la Locomotora a vapor

Tren de jardin, Museo del Ferrocarril, Madrid
Billetes Hugin para el Tren de Jardín
He de decir, que en mi visita sí que el viaje si que tuvo algo de emoción, porque el jefe de estación se equivocó al darnos la salida de la estación y de repente nuestro maquinista empezó a gritar: "Para, para, para!!!" y cuando nos quisimos dar cuenta nos dimos de frente con un tren que venía en dirección contraria por la misma vía. Así que tuvimos que ir marcha atrás hasta la estación con las consiguientes preguntas de los niños sobre que había pasado y si ya se había acabado el viaje. Luego volvimos a arrancar y sin mas incidencias hicimos el recorrido completo saludando y chocando las manos con todos los que estaban por allí cerca.

Al margen de esta visita, si tenéis oportunidad y os acordáis, muy cerquita del Museo del Ferrocarril, girando a la derecha hacia la actual estación de Delicias y bajando por la calle Ramírez de Prado, podéis encontrar lo que fue la antigua fabrica de cerveza El Águila, inaugurada en 1900 y que estuvo activa hasta los años 80. Actualmente aloja el Archivo y Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid, pero es un edificio de estilo neomudéjar que merece la pena echar un vistazo aunque sea desde afuera. Es una de las mejores piezas de arquitectura industrial del primer cuarto del s. XX.

Fabrica de cerveza El Aguila, Madrid

Más información sobre esta visita en los siguientes enlaces: