jueves, 30 de abril de 2015

La contradanza de Cetina

Contradanza de Cetina
Dentro de la gran cantidad de fiestas que tienen lugar durante este mes de Mayo, quiero destacar una fiesta muy singular que me llamó la atención por su originalidad, por su compleja puesta en escena y porque las fiestas que tienen lugar durante el plenilunio tienen un atractivo adicional. Se trata de una fiesta tradicional que aúna elementos religiosos y profanos y que representa la enérgica oposición entre las fuerzas del odio y el amor, y todo esto bajo la única claridad que ofrecen diez antorchas.

Esta fiesta ritual se celebra en Cetina, en la noche del 19 al 20 de mayo coincidiendo con las fiestas en honor a San Juan Lorenzo, nacido en ésta localidad en el siglo XIV. Aunque algún documento del siglo XVIII cita un espectáculo similar a la Contradanza en Cetina con el nombre de “mojiganga”, su origen es una todavía una incógnita.

Contradanza de Cetina
Contradancero portando una hacha
La realización de la Contradanza es llevada a cabo por 8 contradanceros y "El diablo". Los contradanceros, con sus caras cubiertas con máscaras, se diferencian en dos grupos: cuatro ataviados con trajes en blanco con adornos geométricos y vegetales en negro y otros cuatro con trajes negros y los motivos en blanco. El diablo, figura principal y responsable de dirigir el baile, viste de rojo con flores y puntillas blancas y una boina roja con una borla colgante. Su cara la lleva tiznada representando un bigote y una barba corta.

La contradanza comienza cuando los contradanceros portando la imagen de San Juan Lorenzo, salen a recoger al diablo. Juntos y acompañados por los músicos van en busca de la primera "vara" (el cofrade responsable de la organización de la fiesta). Es entonces cuando se prenden las hachas (teas) en una hoguera como ritual de purificación. Con las hachas encendidas y realizando un pasacalles, durante el cual recogen a las autoridades civiles y eclesiásticas, desembocan en la Plaza del Ayuntamiento sobre las once de la noche


Contradanza de Cetina
Contradanceros y Diablo realizando una mudanza
Es allí donde comienzan las mudanzas o cuadros plásticos de la Contradanza, iluminados únicamente por diez antorchas y dirigidas con palmas. Cada mudanza tiene un nombre descriptivo, siendo la última “La pantomima del barbero” o “Muerte del diablo”, en la que se representa la muerte y la resurrección del diablo. Es entonces cuando la música se acelera y finaliza la Contradanza al grito de “¡Viva San Juan Lorenzo!”.

No sólo por la indumentaria y por la puesta en escena, sino también por la implicación de toda la población en su preparación, en 1996, fue declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Gobierno de Aragón. En conclusión, la Contradanza es un espectáculo en sí misma que merece la pena contemplar y disfrutar “in situ” si se tiene ocasión.

Si ya has estado o tienes intención de asistir este año, por favor, comparte con nosotros tu experiencia. 

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