lunes, 30 de mayo de 2016

De la Maragateria al Bierzo (DIA 2)


Para variar, despertamos a todos rápido porque teníamos aun dos visitas importantes que hacer antes de volver a casa y dar por finalizado el fin de semana. Este día le ibamos a exprimir hasta el final. 
Mientras unos recogíamos y metíamos todo en los maleteros, otros disfrutaban de los últimos minutos en el jardín de la casa jugando con los niños. 
Salimos de la casa y tomamos la carretera que nos dejaría en unos 50 minutos en nuestro primer destino: Las Médulas. 

DIA 2 > 11:15

Aparcamos en el aparcamiento que hay en las afueras del mismo pueblo de Las Médulas, cerca del Aula Arqueológica (42°27'41.9"N 6°46'03.4"W) y nos dirigimos hasta el Centro de Recepción de Visitantes de Las Médulas, desde donde salen las visitas guiadas y la mayoría de las rutas o sendas arqueológicas señalizadas que hay en la zona. Un mapa con las rutas principales y los miradores lo puedes encontrar aquí.

Personalmente recomiendo la visita guiada. Por tan solo 3€, recorres la Senda de Las Valiñas y durante el recorrido, que dura unas 2 horas, un guía te va explicando los secretos de esta explotación minera: contexto histórico, arqueológico, geológico... 

Visitar este hermoso paraje natural creado artificialmente es una oportunidad difícil de encontrar fuera de España, ya que es la mayor explotación aurífera a cielo abierta de todo el Imperio Romano. Caminar por este valle anaranjado e imaginar que estás dentro de una montaña invisible que desapareció reventada por torrentes de agua conducidos por diferentes galerías cavadas por esclavos, te pone los pelos de punta... 

La ruta es un paseo para disfrutar dese el principio hasta el final. No tiene ninguna dificultad por lo que te puedes permitir el lujo de andar mirando lo que te atrae y no por donde pisas. Es tan sencillo que incluso podría hacerse con carritos de niños.

Durante la ruta, tienes la ocasión de visitar también parte del interior de esta explotación minera. Se trata de dos galerías conocidas como La Cuevona y La Encantada. Se cree que fueron dos intentos fallidos de derrumbe de este "radical" procedimiento de explotación conocido como ruina montium o derrumbe de los montes. 

Si sólo tienes tiempo para hacer una ruta, sin duda esta es la que tienes que elegir y la visita guiada es una muy buena opción para aprovechar al máximo todo lo que vas a percibir por tus cinco sentidos. 

DIA 2 > 13:45

Terminada la visita, nos acercamos al Mirador de Orellán, para mí el más bonito y desde donde se divisa una panorámica completa de Las Médulas y de una de las galerías que habíamos visto durante la visita. De hecho de vez en cuando se ven a pequeñas personillas asomandose por alli, y piensas: "Mira, alli es donde hemos estado hace un rato"

Aparcamos (42°27'33.6"N 6°44'45.0"W) y subimos andando hasta el mirador. La subida es un poco empinada, pero asfaltada casi hasta el final. En este aparcamiento tendreis que dejar el coches si quereis también visitar las Galerías de Orellán. 


Mirador de Orellán
Desde el Mirador de Orellán
DIA 2 > 14:45


Último destino antes de volver a casa: Ponferrada. Encontramos un hueco en una zona amplia de aparcamiento que está bastante cercana al centro (42°32'43.1"N 6°35'18.5"W) y fuimos directamente a comer a El Bodegón. Habíamos oido que era un bar famoso por sus patatas bravas, sus mejillones y por una bebida secreta de elaboración propia a la que llamaban "Bierzo Libre",así que allí nos plantamos. Como era de esperar estaba a rebosar, pero después de un rato y varios vinitos y cervezas conseguimos sentarnos. El sitio es auténtico, un edificio del siglo SVII de piedra vista y con sabor a antaño. Las cuatro especialidades que tienen son suficientes para comer, todo está buenísimo y después de todo no llegamos a 10 euros por persona.



DIA 2 > 16:30

Como despedida a este fin de semana dimos una vuelta para ver lo más básico de Ponferrada. Salimos a la calle del Reloj y desde allí a la Plaza de la Virgen de la Encina, donde esta la Basílica de la Encina y una escultura que recrea la leyenda que cuenta que un caballero templario, durante la construcción de la fortaleza de Ponferrada, encontró en un hueco de una vieja encina una imagen de una Virgen que había sido escondida allí siglos atrás ante el temor del avance sarraceno (esto no es más que una transcripción de la placa que se encuentra a los pies de la escultura).

Basílica de la Encina
Escultura del Caballero del Temple frente a la Basílica de la Encina


Seguimos por la calle de Gil y Carrasco y después de pasar por el Museo de la Radio, que desconozco si merece la pena o no, pero el exterior del edificio llama la atención, traspasaremos la linea del tiempo y llegaremos al siglo XII, cuando los reyes leoneses ceden Ponferrada y su fortaleza a la Orden de Temple. 

Castillo Templario de Ponferrada
Castillo Templario

Aunque el castillo que podemos ver hoy es el resultado de varias reformas, cuando subes por su pasarela de tablones de madera, casi esperas que de repente varios caballeros salgan de él con sus enormes caballos y llevando bien altos sus estandartes. Al menos esa es la sensación que tuve yo la primera vez que lo vi. Recuerdo que además, ese día, ayudaba bastante la espesa niebla que cubría el castillo. No fue el mejor día para tomar fotos, pero sí para hacer ese viaje en el tiempo que os digo. Si hasta pude oler la leña ardiendo en el interior del castillo. 

Torre del Reloj y Real Cárcel
Torre del Reloj y Real Cárcel
Después volvimos sobre nuestros pasos hasta la calle del Reloj, al final de la cual está la famosa torre del reloj, construida sobre una de las antiguas puertas de acceso a la villa y un poco antes la antigua Real Carcel, actual Museo del Bierzo, un edificio de presencia imponente con balcones en el primer piso construido en torno a un patio central.

DIA 2 > 17:15 

Traspasada esta puerta, volvimos al aparcamiento y retomamos el camino de vuelta a casa. Teníamos casi cuatro horas de viaje hasta casa y al día siguiente había que madrugar.








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